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Compromís per la Vall valora su primera semana en el Ayuntamiento

Compromís per la Vall valora su primera semana en el Ayuntamiento

    El portavoz del nuevo gobierno de la Vall, Jordi Julià (Compromís per la Vall), quiso hacer una primera valoración de su primera semana en el Ayuntamiento. El regidor será el responsable de las áreas de Sostenibilidad, Deportes, Turismo y Juventud. El nombramiento se hizo ayer jueves en el Boletín Oficial de la Provincia de Castellón. En esta semana, los integrantes del nuevo gobierno han realizado una ronda de encuentros con trabajadores de las diferentes áreas de gestión del consistorio y han tenido sus primeros contactos.

    El concejal de Compromís califica la semana como intensa: "Hemos encontrado muchas esperanzas depositadas en el nuevo proyecto. Nuestro mensaje de hacer las cosas con sentido común, de gestionar con cordura, ha calado en la gente y por eso sabemos que la exigencia será máxima. De hecho, en una semana en el Ayuntamiento, y sin estar todavía nombrados, son muchos los sectores y las personas que nos han pedido cita para trasladarnos ideas, para mostrarnos sus inquietudes. A la gente se le ha abierto una ventana por donde entra una nueva luz".

    En cuanto al estado en que se han encontrado el consistorio, el segundo teniente alcalde lamentó la actuación de los últimos meses por parte del gobierno de Clavell. Según Julià, la sensación es que la parte final de la gestión popular fue un intento a la desesperada de conseguir votos de donde fuera. "Lo decíamos en campaña y se ha confirmado: los Chiringuitos de Pepe, los levantamientos de calles, nos iban a salir carísimos. Eran intentos a la desesperada. Habrá tiempo para explicar a la gente lo que se hizo durante este periodo. Cuando se haga un estudio en profundidad, ya valoraremos lo que encontramos en los cajones".

    De todos modos, el concejal de Compromís no quiso alargarse en estas cuestiones: "Si el PP espera que juguemos a la herencia recibida, puede esperar sentado. Ahora hay que ponerse a trabajar, porque a la gente que lo pasa mal no le servirán las excusas". Julià quiso ser prudente en cuanto a sus apreciaciones e intentó dar un toque de optimismo: "no queremos hacer un balance sólo a partir de las primeras impresiones, pero es obvio que muchas cosas se pueden mejorar. La palabra clave es optimizar: los recursos, las personas... Sólo así la Vall se parecerá al pueblo que queremos".

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