Maria Doyle Kennedy, Rauelsson y DeBigote llenan de belleza el Petit Festival
Hasta los pasillos se quedaron pequeños
Maria Doyle Kennedy sólo había tocado una vez en España (hace ya algunos años, en Santander) hasta que recibió la llamada del Petit Festival. ¿Una apuesta arriesgada? Más bien un acierto absoluto. Quien la vio cantar este sábado en la Vall d'Uixó, sabe que nos estábamos perdiendo una voz espectacular, de otro planeta, dulce y potente, intensa, grave. Única. Por favor, vuelve pronto.
Rauelsson sigue trabajando, sin hacer demasiado ruido y sin descanso, para obtener el reconocimiento que merece en este país y del que ya goza en Estados Unidos.
DeBigote crece y crece. Y lo hace por el camino correcto, con unos sólidos fundamentos. “No os lo perdáis” es un himno en toda regla, pero tienen más balas en la recámara. Las presentaron en el Petit. Y funcionan. Vaya si funcionan...
Al menos, ya hay 600 personas más que pueden presumir de haberles visto en directo, de haber gozado de su música, de haberse emocionado con sus letras, sus gestos, su proximidad. Su verdad. De haber reído con ellos. Incluso de haber bailado con ellos. De haber compartido experiencias, autógrafos, fotos... con unos artistazos descomunales que, además (y suele ser así), son todo porosidad. Muy buena gente.
El teatro Municipal se quedó pequeño. Literalmente pequeño. Espacialmente pequeño. Y no sólo porque no había butaca para todos y algunos tuvieran que ocupar los pasillos, sino porque tanta belleza no cabía en este antiguo cine en el que volvieron a proyectar estrellas.
Para empezar, Rauelsson con su 'Réplica'. Acompañado por el Grup d'Autoajuda, su complemento perfecto. Silencio absoluto. No había que perderse matiz alguno. ¿Cómo funcionarían dos canciones de más de 20 minutos cada una ante una audiencia tan dispar? A la perfección. Raúl Pastor sabe ganarse a la parroquia desde que sale al escenario. Primero, con su gracejo particular (contó que en su única visita anterior a la Vall d'Uixó, cuando era niño, acabó en el médico por un empacho de batido de cacao) y, de inmediato, con una propuesta difícil de definir con palabras, pero que te transporta por momentos a sus dos mundos: La Plana y Oregón.
Maria Doyle y su marido, Kieran Kennedy, fueron los siguientes en subirse al escenario. Otra sorpresa más: la primera parte del concierto sirvió para presentar los temas de 'SING', el álbum en el que están trabajando ahora y que verá la luz en enero de 2012. No faltó el repaso a 'The Storms are on the Ocean' y los momentos 'a capella' que sobrecogían el corazón. Más que un concierto, un recital.
También aprovecharon la ocasión para presentar nuevos temas deBigote. Precisamente, empezaron con las novedades antes de dar paso a lo que ya conocíamos: canciones como “Comprarte un continente” o “No os lo perdáis”. Víctor Ballester tiene una voz hipnótica y una enorme presencia sobre el escenario. Raúl Isierte exprime las capacidades sonoras de su guitarra para guiar ese ambiente tan particular con denominación de origen y David Albero imprime los cambios en el ritmo justo a tiempo. Poco preciosismo; mucha preciosidad.
Y, entre concierto y concierto, la doble exhibición de didgeridoo a cargo de Israel Sales, quien también comunicó sus sonidos primarios con los cuencos de cuarzo.
El mejor termómetro para saber si la cosa ha funcionado o no es echar un ojo a la improvisada tienda de discos que montan los artistas en el hall tras los conciertos. Todos vendieron. Hubo incluso quienes agotaron existencias ('sold out' para 'The Storms are on the ocean', de Maria Doyle Kennedy) a la par que repartían sonrisas con lo allí presentes.
El día más intenso del Petit Festival fue posiblemente el más hermoso. Por la tarde, acercando a los niños el arte, con animación infantil (Després del Cole), la exhibición de la danza del león chino (con el equipo de lion dance Hong Teck Spain de la Asociación Cultural China) y la obra de teatro Supereccos (Scurasplats). Hacerlo jugando, así, sin darte cuenta, es la mejor forma de aprender. Que los niños disfruten con la cultura no tiene precio. Menudo regalo.
Y, por la noche, compartiendo belleza con una audiencia heterogénea en gustos y edades. Desde niños a octogenarios. Si, sí, octogenarios, que se entregaron a esta música que algunos llaman 'rara' simplemente porque no es comercial. Pero es sincera. Es bella. Transmite. Te pellizca. Es MÚSICA.
Pero el Petit Festival no descansa. Este domingo llega el turno del teatro ('Brigada Dadá') y, la próxima semana, de los cortometrajes (doble sesión de la Nit en Curt) y de la ya habitual cita con el jazz (Nau 42).
El Petit Festival está organizado por la Asociación Cultural Sin Ánimo de Lucro Petit Festival y en 2011 celebrará su quinta edición consecutiva. Este certamen se ha caracterizado siempre por su variada propuesta (música, cine, teatro, actividades infantiles…) y por ofrecer espectáculos variados y todos ellos de carácter gratuito para el espectador.
