Hombres jóvenes y fútbol, principal combinación en que se produce la muerte súbita asociada al deporte
Cardiología de La Fe participa en un registro nacional multicéntrico sobre casos de muerte súbita relacionados con la actividad deportiva
Se trata de detectar cardiopatías hereditarias en los familiares de las víctimas para prevenir posibles fallecimientos
Esta investigación, a la que también han contribuido los hospitales Virgen de la Arrixaca, Son Llátzer, Puerta de Hierro y el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, con la colaboración del Consejo Superior de Deportes y el Instituto de Ciencias Forenses, pretende potenciar la puesta en marcha del Registro Multicéntrico de Muerte Súbita Asociada a la Actividad Deportiva, que cuenta con el respaldo de la Sociedad Española de Cardiología.
El objetivo de esta iniciativa es recoger datos sobre las circunstancias y las posibles causas de los fallecimientos de deportistas con el fin de prevenir nuevos episodios entre sus familiares, dado que muchas de las cardiopatías identificadas tienen un componente genético.
El estudio en el que ha participado La Fe ha analizado 51 casos de fallecidos por muerte súbita cardiaca mientras desarrollaba alguna actividad deportiva. En su gran mayoría se trataba de deportistas no profesionales ni federados, de los cuales el 84% eran hombres, muchos de ellos con apenas 30 años. A su vez, se ha comprobado que el fútbol ha sido el principal detonante de las muertes en el 27% de los casos, seguido de otros deportes como carrera de fondo, tenis y paddle, ciclismo, baloncesto y balonmano, y natación, por este orden.
La miocardiopatía arritmogénica (que básicamente consiste en el reemplazamiento progresivo del miocardio ventricular por tejido fibroadiposo) y la miocardiopatía hipertrófica (caracterizada por un aumento del grosor de las paredes del corazón), ambas patologías hereditarias monogénicas, aparecen en esta investigación en igual porcentaje (25%) como las primeras causas de muerte súbita cardiaca asociada al deporte, tanto en mayores como en menores de 35 años.
El estudio de los familiares de las víctimas ha permitido identificar hasta el momento a 55 afectados y portadores de alteraciones cardiovasculares genéticas con riesgo de muerte súbita, los cuales ya se están beneficiando de un tratamiento específico en sus respectivos hospitales de referencia.
