La Orquesta Sinfónica Segle XXI vuelve al Capitolio con 75 músicos, 6 de ellos, de Godella

Anoche, el Teatro Capitolio acogió una de las más bellas expresiones artísticas: la música sinfónica, de la mano de la ya consolidada Orquestra Segle XXI. El escenario, copado de músicos profesionales y estudiantes de último curso, vibraba mientras los más rezagados compraban sus entradas. Apenas quedaban pocos minutos para que empezara el espectáculo y la impaciencia de unos y de otros se hacía visible. Prometía, y fue un concierto a la altura de su director, Jordi Mora.

El concierto estuvo estructurado en dos partes, ambas sobre la obra del compositor checo Antonín Dvorak. Fue el concierto número 1 para violonchelo y orquesta en sí menor la primera de las piezas interpretadas, durante la que destacó un portentoso José Mor, cuya habilidad deslumbró a los allí presentes. Muchos aplausos se oyeron al finalizar esta primera parte, de la que el músico godellense se despidió con otra actuación sublime, la suite número 1 de Bach.

Apenas un espacio corto de tiempo y de nuevo el silencio expectante característico de los teatros, ese instante de clamor silenciado que tanto los de arriba como los de abajo del escenario se empeñan en disimular. La música volvió a cobrar protagonismo a través de otra obra −también de Dvorak−, la 9ª Sinfonía en mi menor conocida como “Nuevo Mundo”. Para esta pieza la orquesta todavía creció más hasta alcanzar un total de 75 músicos, hasta 6 godellenses, entre los que se encontraba el propio concejal de Cultura, Ferran Vilella.

Una noche que se cerró con un homenaje al músico recientemente fallecido Enric Cullell, un “gran intérprete de trompa y amigo que siempre colaboró con nosotros y al que hoy le queremos dedicar esta canción”, en palabras de Jordi Mora. Unas palabras sinceras que emocionaron a músicos y público y que terminó con una gran ovación a Jordi Mora y su Orquesta Segle XXI.