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Ginecólogos de Manises informan de los principales riesgos durante el embarazo

Ginecólogos de Manises informan de los principales riesgos durante el embarazo
  • Los especialistas aconsejan que, frente a complicaciones, “la mejor opción es acercarse a los servicios de urgencias con el fin de descartar posibles riesgos”

Los meses de embarazo suelen discurrir sin complicaciones, pero hay indicadores que pueden suponer una alerta para los futuros padres.

Frente a posibles complicaciones y la presencia de algunas señales de alerta, los especialistas de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises aconsejan que “la mejor opción es acercarse a los servicios de urgencias con el fin de descartar posibles riesgos”. A modo de orientación para las madres y padres, los especialistas han elaborado un listado con los principales riesgos durante el embarazo ante los cuales se hace necesario acudir a urgencias.

Las más comunes, señaladas por los responsables del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises, son:

Sangrado: los expertos confirman que un poco de sangrado al principio del embarazo es un síntoma normal porque significa que el óvulo comienza a implantarse en el útero. “En cualquier etapa de un embarazo es una de las urgencias más comunes, pero de las más leves”, señalan. Sin embargo, los especialistas confirman que es conveniente acudir al hospital al tener un sangrado por si hiciera falta tratarla.

Contracciones: desde el Departamento de Salud de Manises advierten que las contracciones son comunes en el embarazo porque es señal de que el útero se prepara para el transcurso de la gestación. En esta línea, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia señala que “es importante diferenciar entre las contracciones preparatorias que tienen un patrón irregular, de aquellas que señalan el inicio del parto, que generalmente son más frecuentes y regulares, suceden con pocos minutos de diferencia y no cesan en varias horas”. Las contracciones uterinas se convierten en una situación urgente si aún quedan meses para dar a luz y si se producen con gran intensidad. En cualquier caso, lo mejor es acudir a urgencias por si se tratara de una situación corriente o si es una amenaza de parto prematuro.

Dolores: en la mayoría de los casos, los dolores abdominales o pélvicos se minimizan guardando reposo durante cierto tiempo. “Si esto no ocurre, lo más recomendable es acudir a servicios de urgencias porque puede ser un síntoma de riesgos para el bebé”, explican.

Por otro lado, hay un segundo grupo de contratiempos menos frecuentes, pero que constituyen una consulta urgente en muchas ocasiones.

Falta de movimientos del bebé: la madre debe conocer cómo y cuándo se mueve el feto a lo largo de la gestación para saber si está creciendo de manera correcta. Lo corriente sería que el bebé disminuya sus movimientos cuando se acerque la fecha del parto porque carece de espacio para moverse. Los expertos afirman que “si la madre nota que los movimientos fetales paran de manera brusca o se dejan de notar durante un máximo de 12 horas, se debe consultar a un profesional”.
 

Dolor de cabeza: son muy comunes en mujeres embarazadas y puede ceder con analgésicos. Sin embargo, si es un dolor que se vuelve intenso y frecuente, puede tratarse de un aumento de la presión sanguínea descartando así enfermedades como la hipertensión arterial o preeclampsia, como advierten los expertos de Manises. Además, expresan que, a pesar de que hay que estar pendiente durante todo el embarazo, sobre todo se debe prestar atención en el último trimestre, cuando hay un mayor riesgo de que aumente la presión arterial.
 

Vómitos: suelen ocurrir en el inicio del embarazo hasta el sexto mes de embarazo, combinado con náuseas. Sin embargo, pueden derivar en hiperémesis gravídica en el caso de que sean muy intensos y repetitivos, pues lleva a una pérdida de peso importante y a deshidratación tanto de la madre como del bebé. Esta enfermedad se trata con fármacos, vitaminas o suplementos nutritivos para paliar los problemas alimenticios o de hidratación.
 

Fiebre: los responsables del servicio de Obstetricia y Ginecología del Departamento de Salud de Manises confirman que “es importante acudir a los servicios hospitalarios en caso de una fiebre alta porque, aunque el motivo de la fiebre sea conocido -una gripe o constipado- tiene que ser también tratado por un médico”. Cuando se trata de un caso sin razón aparente y se aumenta la fiebre por encima de los 38ºC, hay que acudir a urgencias sanitarias ya que puede deberse a alguna infección que suponga un riesgo para el embarazo.
 

Varices o hemorroides: una de las consecuencias del embarazo suele ser la aparición de varices, venas dilatadas que causan dolor y molestias. Su causa se asocia al aumento del volumen de sangre en 5 litros, lo que genera una complicación del retorno venoso. Los expertos establecen prestar especial atención durante las etapas de gestación y el puerperio por si se inflamaran o dolieran en exceso. “Hay que estar pendiente de las posibles hemorroides (varices en zona rectal) porque, aunque no son graves ni preocupantes, se debe acudir a urgencias en el caso de que sienta dolores súbitos, pues puede ligarse a una trombosis”, señalan.
 

Pérdida de líquido vaginal: los profesionales del Hospital de Manises confirman que es fácil confundir la pérdida de líquido vaginal y amniótico con el flujo. Sobre todo, a partir del segundo trimestre hay que controlar este tipo de pérdidas con exhaustividad en caso de que se rompiera la bolsa, lo que podría provocar un parto prematuro. “Cuando haya la más mínima duda y pese a que el goteo sea pequeño, es bueno que se acuda al médico para recibir un diagnóstico correcto porque, si se trata de una rotura de bolsa, la madre tendrá que ingresarse”, indican.
 

Picor de la piel: debido al incremento de la hormona estrógeno, es normal en mujeres embarazadas sufrir picor en manos y pies al final del día. Aunque las causas más comunes son debido a una reacción alérgica o por sequedad en estas partes del cuerpo, los especialistas de Ginecología del Hospital de Manises recomiendan acudir al médico para reducir causas relacionadas con el hígado.
 

Hinchazón: un síntoma del embarazo es la manifestación de hinchazones o edemas en la cara, manos y pies. No obstante, cuando se trate de un caso de gran intensidad y larga duración, es conveniente acudir a urgencias de manera inmediata. Los especialistas confirman que “en la mayoría de los casos la hinchazón se produce debido a la retención de líquidos, pero puede ir agravada por cuadros de hipertensión gestacional, así que lo aconsejables es consultar el caso con un médico”.
 

Golpes o accidentes: el aumento del abdomen en mujeres embarazadas altera el centro de gravedad de la mujer y la vuelve inestable y, por ello, más propensa a las caídas. Además, durante los meses de embarazo la relaxina, que es la hormona que incrementa el diámetro de la pelvis, se sitúa sobre el resto de las articulaciones, haciéndolas más flácidas y facilitando la torcedura de tobillos, que provocan las caídas. Se debe tener especial cuidado en el tercer trimestre de embarazo que es cuando el bebé está más desprotegido por el aumento de tamaño del feto, según confirman los especialistas.
 

Cambios hormonales: el flujo vaginal cambia en parte debido a los cambios hormonales que se producen. Lo normal es que sea inoloro, de color claro y sin molestias. Por eso, se debe tener en cuenta cuando alguno de estos síntomas cambie: por si tuviera mal olor, cause dolor o sea de color verdoso. Aunque en principio no sea algo grave, los especialistas establecen que si se nota que algo no funciona bien se debe acudir al médico lo más rápido posible para asegurarse y descartar que fuera una infección.

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