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El fotógrafo portugués José Manuel Rodrígues presenta su visión de los Borja en una exposición

El fotógrafo portugués José Manuel Rodrígues presenta su visión de los Borja en una exposición
  • La muestra permanecerá abierta entre el 5 de mayo y el 13 de junio en la Casa de la Marquesa

La historia de los Borja resulta tan apasionante que son muchos los artistas que han mirado hacia ella para inspirar su obra. Músicos, escritores, pintores e incluso fotógrafos. Este es el caso del prestigioso fotógrafo portugués José Manuel Rodrígues, que ha presentado hoy su exposición para Gandia, A produçao de presença, donde muestra su particular visión de esta saga valenciana que fue internacionalmente conocida durante el Renacimiento.

En la rueda de prensa de presentación, el artista portugués ha estado acompañado por el director del gabinete de Políticas Culturales del Ayuntamiento de Gandia, Antoni Durà, quien ha valorado “la importancia que tiene para Gandia recibir la visita y exponer la obra de artistas de reconocido prestigio internacional como es el caso de Rodrígues”. Durà ha destacado también la calidad conseguida en las imágenes y el ambiente que se consigue mediante la iluminación.

Por su parte, Rodrígues ha explicado los detalles de su exposición. Según el artista, para la creación de su obra se ha centrado, sobretodo, en el tiempo en el que vivieron los Borja, un tiempo de cambios en muchos aspectos de la vida y que ocurrieron todos entre el papado de Calixto III y la vida de Francesc de Borja. “Fue una época en la que se descubrió que la tierra era redonda, cambiaron los gustos, la educación, la forma de vestir, de comer... y todo entre guerras, erotismo, sexualidad y una vida dura”, explicó Rodrígues.

La exposición está formada por 11 fotografías de gran formato, dos panorámicas y 30 cajas. Según el autor, las imágenes grandes representan el tiempo en el que vivieron los Borja y todo lo que en esa época ocurrió. Las cajas son la simbología del ambiente de espiritualidad de una iglesia, y las dos panorámicas representan los grandes descubrimientos en el mundo durante el siglo XVI. La mitad de la sala está decorada en oro y la otra mitad, en plata, haciendo referencia también a la importancia de la banca.

La presencia más destacada de Francesc de Borja se encuentra en un audiovisual que también se ha instalado en la sala de exposiciones. Este video da imágenes a un poema escrito por Sophia de Mello Breyer y que habla de la vivencia que supuso para Francesc de Borja ver el cuerpo muerto de su señora Isabel de Portugal.

Una carrera consolidada
Este fotógrafo atesora una de las trayectorias artísticas más consistentes de la fotografía contemporánea en Portugal. Nació en Lisboa el año 1951, pero emigró a Francia muy pronto, en 1968. Poco después se estableció en los Países Bajos, donde adquirió gran parte de su formación artística. Allí entró en contacto con algunos movimientos de vanguardia de la experimentación visual, estudiando fotografía en las Escuelas Superiores de Fotografía de la Haya.

Influenciado por estas prácticas de vanguardia, sus trabajos se desmarcaron de los cánones tradicionales que dominaban el documentalismo social y la fotografía de carácter humanístico de la época. Así, su trabajo se caracteriza por su fuerza libertadora y enriquecedora.

Fue cofundador de Perspektief – Asociación de Artes de Holanda, y fue responsable de la programación de las exposiciones de esta galería. Fue miembro de la Asociación de Fotógrafos de Arte y de la Amsterdamse Kunstraad (Consejo para las artes de Amsterdam), entre 1987 y 1992.

Enseñó fotografía en varias instituciones: en Roterdam, Porto, Évora o Caldas de Rainha. Ahora es profesor invitado en un curso de Artes Visuales en el IADE de Lisboa. Su obra está representada en varias colecciones públicas y privadas, tanto en Portugal como en otros países europeos.

Ha sido reconocido con varios premios como el Vrije Creative Opdracht (Premio de Fotografía del Consejo para las artes de Amsterdam), en 1982. Pero el premio más importante que tiene es el Premio Pessoa del año 1999, premio que se da en Portugal a aquellas personas que resaltan en los campos artístico, científico o literario. Aquel año, Rodrígues compartió premio con el poeta Manuel Alegre.

 

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