PSdG quiere "revitalizar el Centro con medidas para que los jóvenes accedan a las viviendas abandonadas"
Revitalizar el centro histórico, que no se quede despoblado de gente, ayudar al acceso a la vivienda social y recuperar el esplendor del centro histórico. Estas han sido algunas de las propuestas que la candidata a la alcaldía de Gandia por el Partit Social, Mónica Richart, ha presentado junto a su número 12, el aparejador Alberto Alandete.
Ambos han expuesto hoy en la sede del PSdG el Proyecto Ciutat Social donde se pretende cambiar la tendencia demográfica del Centro Histórico con “una serie de medidas para fomentar el retorno de población a este distrito mediante ayudas a la rehabilitación del parque de viviendas privadas, muchas de ellas abandonadas o cerradas” ha explicado Alandete quién además ha aportado datos demográficos, de viviendas así como de futuros proyectos para revitalizar esta zona que “posee la tasa poblacional más baja en 13 años, debido a que las casas han sido de personas mayores que, al fallecer, sus hijos viven en la periferia y las han dejado perder, abandonadas, o a merced de que aparezca algún comprador”.
El proyecto contempla que el consistorio subvenciones parte de la reforma de la vivienda y a cambio el propietario se compromete a ceder la vivienda en alquiler que gestionaría la empresa público. Eso sí, las condiciones para acceder a este plan vienen claramente definidas y las condiciones para acceder por parte de los futuros inquilinos sería “tener una edad entre 18 y 40 años, estar empadronado en Gandia al menos los dos últimos años, disponer de contrato, y no percibir otra ayuda municipal”.
Así las cosas, ha destacado Alberto Alandete “para la elaboración de este proyecto se ha llevado a cabo la realización de un muestreo de viviendas situadas en el Centro Histórico, aparentemente deshabitadas y en estado de abandono. Se trata de 37 viviendas que, tras una primera revisión ocular, desde la vía pública, se ha conseguido catalogar atendiendo a su antigüedad, estado de conservación y metros de construcción”.
Mónica Richart ha explicado que “en el centro histórico hay un tercio de las viviendas que presenta un mal estado de conservación, y habría que estudiar individualizadamente cada caso para determinar la viabilidad de la actuación y si entra dentro del Plan Ciutat Social”. No obstante, Richart ha añadido que “este Plan está diseñado para el centro histórico pero al acudir a atender a los vecinos nos hemos dado cuenta de la existencia de casos similares en zonas de Gandia que si no se actúa pasaran a estar totalmente degradadas, por lo que el Plan sería aplicable también a zonas como Abat Solà y otros distritos más alejados del centro, por lo que el documento de trabajo está abierto”.
En el apartado de Vivienda Social, desde el PSdG se ha expuesto la gran cantidad de viviendas que a día de hoy son propiedad de los bancos, y con precios menores de 30.000 euros serían susceptible de compra por parte del ayuntamiento para destinarlas a alquileres sociales. De hecho, según ha apuntado Alberto Alandete, actualmente hay 80 viviendas solo en Gandia ciudad que cumplen este tipo de requisitos y en las que se podría actuar sobre todo para favorecer el acceso a un techo digno a grupos de gente con riesgo de exclusión social, a parados de larga duración, a personas que han sufrido un desahucio, y con ello podrían acceder a una vivienda con alquiler social adecuado a su poder adquisitivo y a su renta.
Por último, Alandete ha destacado que el precio de compra de la vivienda más el importe de las obras de reforma no debería superar los 30.000 euros, y estas reformas estarían realizadas por industriales de la ciudad de Gandia, al igual que en el Plan Ciudad Social, para así fomentar la economía y el empleo además. Esta cantidad de 30.000 euros “no ha sido escogida al azar dado que hemos calculado que con el pago del alquiler social esta inversión del ayuntamiento estaría amortizada y recuperad enntre 20 y 30 años, y esta medida no tiene ánimo de lucro dado que se tiene previsto que, al finalizar esos años, la propiedad de la vivienda revierta en el inquilino”.
De esta forma, desde el Partit Social de Gandia se pretende que pisos enormes puedan convertirse en pequeños estudios para que l agente joven pueda acceder a estas viviendas en el centro histórico y, por otro lado, la vertiente de la vivienda social que ayudaría a paliar en gran medida la situación de muchas personas de Gandia.
