Un estudio realizado en el Campus de Gandia de la UPV propone medidas para que el ruido del aire acondicionado no perjudique el sueño
Botellas de plástico recicladas para reducir el ruido del aire acondicionado
Jesús Alba, investigador del campus de Gandia de la UPV y director del proyecto, señala que “en muchos casos alcanzamos los 45 dB en dormitorios con aire acondicionado, ya que no se cuida el ruido sino sólo acondicionar el aire. Es decir, pasamos a niveles donde según la OMS tendríamos problemas de sueño interrumpido”.
Alba, reconocido experto internacional en el ámbito de la acústica, explica que el ruido del aire acondicionado puede reducirse desde diferentes enfoques, por ejemplo, utilizando materiales reciclados que absorban el sonido en el interior del sistema antes de que se emita.
“Dentro del sistema se pueden introducir materiales absorbentes acústicos para reducir el nivel de ruido. En nuestro caso, nosotros hemos utilizado un nuevo material que ya hemos conseguido que se comercialice: se trata de una lana de poliéster obtenida a partir del reciclado de botellas de plástico PET, las típicas botellas de agua. Con este nuevo material hemos conseguido reducir el ruido entre tres y seis decibelios”, apunta el investigador del campus de Gandia de la UPV.
En otros casos el ruido se reduce con la simple sustitución de unas piezas por otras, de forma que se eviten los choques entre elementos o las turbulencias dentro de la máquina. “Hacen más ruido, después del ventilador, las piezas finales, las rejillas y difusores. Si el diámetro del conducto es pequeño, este ruido se amplifica. Se pueden sustituir sin problemas por otras ya que son elementos estándar fácilmente intercambiables. Todas tienen las mismas formas y diámetros”, explica Jesús Alba.
Según el profesor, en la actualidad existe una gran necesidad de profesionales en acústica, como los que forma el Grado en Telecomunicación, Sonido e Imagen y el Máster en Acústica que imparte la UPV en Gandia: “Por una parte, cada vez la sociedad demanda una mayor calidad de vida y ello va ligado a la ausencia de ruido molesto; por otra parte, el Documento Básico de Protección Frente al Ruido del Código Técnico de la Edificación, en vigor de forma obligatoria desde 2008, obliga a minimizar el ruido soportado y en concreto el de los sistemas de aire acondicionado. Para dar respuesta a esta necesidad social es imprescindible la intervención de profesionales de la acústica como los que formamos en el Campus de Gandia de la UPV.’, señala Jesús Alba.
La empresa MADEL y el Campus de Gandia de la UPV colaboran en esta investigación desde 2002, ya que hay pocos centros en España que cuenten con los laboratorios que permiten realizar este tipo de experimentos. Según Jesús Alba, para llevar a cabo los ensayos se han adaptado las cámaras acústicas del Campus de Gandia de la UPV con un motor especial para expulsar aire y medir el ruido en diferentes condiciones: con piezas diversas, utilizando materiales reciclados...
En la actualidad, el equipo formado por los investigadores Jesús Alba, Romina del Rey, Laura Bertó y Fernando Hernández continúa con los ensayos y está colaborando con la empresa MADEL en la mejora de un software que facilite el análisis de los resultados de la investigación.