Un estudio sobre la canalización de agua del siglo XVIII entre Aspe y Elche se alza con el premio Manuel Cremades de investigación
Firmado por los aspenses Gonzalo Martínez y Felipe Mejías, el estudio La canalización de aguas dulces del Obispo Tormo entre Aspe y Elche (1785-1789). Historia y valoración patrimonial de una arquitectura hidráulica amenazada, ha resultado ganador de la decimotercera edición del premio de investigación Manuel Cremades que convoca anualmente la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Aspe desde el Museo Histórico. El jurado, que falló el certamen por unanimidad y destacó del trabajo ganador "su contribución al conocimiento del patrimonio arquitectónico rural de Aspe", estuvo compuesto por Luisa Pastor, doctora en Bellas Artes; Concepción Navarro, directora del Museo Arqueológico de Novelda; y Mª Ángeles Abellán, subdirectora de Investigación del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert, que ha estado presente en la proclamación del fallo en representación del organismo provincial que edita los trabajos ganadores del certamen desde 2003.
Esta edición 2016 incorporó un notable aumento de la dotación económica del premio, creando además un accésit, dotado con 600 euros, que ha recaído en David Olivares y su trabajo Semana Santa de Aspe: historia, tradición y patrimonio.
La concejala de Cultura, Educación y Juventud, la socialista Myriam Molina, ha presidido en el Museo Histórico de Aspe el acto donde se ha dado a conocer el fallo del certamen y ha recordado que el trabajo desarrollado desde hace muchos años a favor de la investigación histórica en múltiples facetas "ha dado muchos y muy destacados frutos en pro del patrimonio local, de su conservación y difusión", y ha emplazado a los asistentes a la presentación del trabajo ganador en 2015, Estudio constructivo de las edificaciones rurales de Aspe, obra de los hermanos Inés y Juan José Navarro, que tendrá lugar el próximo 16 de diciembre en el mismo lugar.
Un patrimonio en fase de recuperación
El arquitecto, pintor y escultor aspense José Gonzálvez de Coniedo (hacia 1735-después 1820) tiene una calle dedicada en su pueblo natal. Las conducciones y acueductos para llevar el agua a Elche desde el manantial de Barrenas, en el cauce del río Tarafa, que incluyen los populares puentes de los tres y cinco ojos, llevan su firma. Las obras para su construcción comenzaron el 28 de marzo de 1785, patrocinadas entre otros por el obispo de Orihuela, José Tormo, y con la aprobación del proyecto por parte del Real Consejo de Castilla. El agua dulce llegó a Elche el 29 de septiembre de 1789 a una fuente provisional de 20 caños instalada en la plaza del Convento de la Merced.
Desde mayo pasado, tras la firma de un contrato entre el Ayuntamiento de Aspe y la Universidad de Alicante, un equipo de expertos viene elaborando un Plan director para conocer con exactitud la situación de las conducciones y acueductos en el actual paraje natural municipal de Los Aljezares. Utilizando modernas tecnologías, los arquitectos e ingenieros, técnicos y superiores, físicos, químicos y geólogos que participan en el trabajo elaborarán un completo documento de carácter descriptivo y gráfico que recogerá el estudio-diagnóstico de las infraestructuras hidráulicas históricas y planteará, en función de la urgencia, fases de intervención valoradas.
La concejala de Urbanismo, Obras y Patrimonio, la también socialista María José Villa, ha manifestado que "nos encontramos ante un trabajo de gran calado profesional que une un enorme valor patrimonial con fuertes lazos afectivos para muchos aspenses", al tiempo que ha recordado que el próximo 2 de diciembre, en el teatro Wagner, conoceremos más detalles sobre el estado de estas canalizaciones en la conferencia que han convocado las concejalías de Patrimonio y Cultura con la presencia de Yolanda Spairani, ingeniera técnica, y Jaime Cuevas, geólogo.
