Agentes de la Policía Local reciben formación sobre el uso de armas no letales en casos de emergencia

La Jefatura de la Policía Local de Elche ha organizado junto a la Asociación Española de Instructores de Tiro Policial y los Instructores de la Federación Española de Tácticas Operativas un curso de formación sobre el uso de armas no letales ante situaciones de conflicto. Cerca de 140 agentes de la Policía Local de diferentes localidades de la provincia, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Ejército han asistido para formarse en el manejo de este armamento de defensa electrónico y de gases que sustituye, dependiendo del problema, el uso del disparo con arma de fuego.

En la actualidad los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad trabajan con tres familias de armas no letales que han sido expuestas en este curso impartido en Elche. La primera familia son los sistemas de impacto, que se fundamentan en la energía que deposita el proyectil y cuyo fin es la incapacitación temporal del individuo. La segunda familia son los sistemas de incapacitación muscular -como es el caso del Dispositivo Electrónico de Control Taser- y, por último, la familia de los gases. Todos estos métodos de defensa fueron probados por los propios agentes para comprobar su efectividad y efecto en caso de ser utilizado ante cualquier eventualidad.

La charla se ha centrado principalmente en las ventajas del Taser, un Dispositivo Electrónico de Control que mediante pulsos eléctricos incapacita a una persona o animal inmovilizando al objetivo temporalmente.

Mario Martín, representante de la Asociación Española de Instructores de Tiro Policial, ha explicado que el uso de cualquier arma incluida en estas tres familias “es un paso intermedio para que en caso de tener que justificar su utilización sustituya, según el caso, al arma de fuego. Es una herramienta más que puede ser utilizada antes que el arma de fuego”.

Los especialistas que han participado en el curso de formación de la Jefatura de Elche han defendido el uso del Taser porque “tiene grandes aplicaciones”. Y ponen como ejemplo un caso eventual de conflicto en el que interviene un enfermo mental. “Se ha visto la crueldad de utilizar armas de fuego ante enfermos mentales, que realmente es una persona que no tiene capacidad de discernir cuál es el bien o el mal. En esos casos, creemos que la sociedad les tiene que dar una segunda oportunidad. Y ante eventos extremadamente violentos donde hay rehenes a su cargo, el disparo del Taser evita dañar a personas inocentes”, explica Javier Galán, especialista en el uso de armas no letales.