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Un estudio de la UMH, premiado en el Congreso Internacional de Trastornos Alimentarios en Londres

Un estudio de la UMH, premiado en el Congreso Internacional de Trastornos Alimentarios en Londres

    Las profesoras del Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Yolanda Quiles Marcos y María José Quiles han recibido un premio a la mejor comunicación en formato poster por el estudio “Evaluación del impacto del programa de intervención Maudsley en familiares de pacientes con un trastorno de la conducta alimentaria”. El trabajo lo han presentado en Londres, durante la celebración del Congreso Internacional de Trastornos Alimentarios.

    El estudio presenta los resultados que han obtenido las profesoras de la UMH tras aplicar el Modelo Maudseley para la intervención con familiares de pacientes con un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). La psiquiatra de referencia internacional en el ámbito de los TCA Janet Treasure ha desarrollado este Modelo, cuyo objetivo es aumentar la competencia del cuidador de un paciente con un TCA y disminuir su malestar psicológico. Los resultados del estudio que han desarrollado las profesoras de la UMH Yolanda Quiles Marcos y María José Quiles demuestran que el programa Maudsley tiene un impacto positivo en los familiares de pacientes con un TCA, tanto en su bienestar psicológico como en su experiencia como cuidador. Según los resultados, el Modelo Maudseley redujo los niveles de ansiedad y depresión, de emoción expresada y de acomodación de la enfermedad en los familiares de los pacientes con TCA.

    Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) tienen serias consecuencias físicas, psicológicas y sociales en las personas que los padecen. Sin embargo, también, es importante tener en cuenta que los cambios que ocurren en un paciente con TCA tienen impacto en otros miembros de la familia, así como en todos los aspectos de la vida familiar. Los cuidadores de un paciente con un TCA muestran altos niveles de malestar psicológico, así como de ansiedad y presentan sentimientos de culpa e impotencia. Además, tienen altos niveles de Emoción Expresada (EE), constructo que representa aspectos claves de la relación interpersonal e informa sobre diferentes estilos de comunicación y relación familiar, que pueden ir desde la hostilidad a la sobreprotección. Todos estos factores tienen un impacto negativo tanto en el familiar como en la persona con TCA.

    El Instituto de Salud Carlos III financió hace tres años el proyecto de investigación de las profesoras de la UMH Yolanda Quiles Marcos y María José Quiles, cuyo objetivo era adaptar el programa Maudsley de intervención a un grupo de la población española y ponerlo en marcha. El estudio se ha desarrollado en seis sesiones de dos horas en las que han participado 60 familiares de pacientes con TCA, de media de edad de 49 años, el 58% mujeres y el resto hombres. En el programa se han evaluado los niveles de ansiedad y depresión, la emoción expresada y la acomodación de la enfermedad. Además, se ha realizado un seguimiento de los familiares que han participado a los seis meses y al año. La reducción en el malestar se mantenía en todo este periodo.

    Con el fin de dar respuesta a las necesidades de pacientes que sufren un trastorno de la conducta alimentaria y sus familiares, las dos investigadoras han fundado el Centro de Recuperación Emocional y Alimentaria (CREA) en el campus de Elche de la Universidad. Se trata de un centro en el que se ofrece un abordaje integral de estos trastornos con la inclusión de la familia en el tratamiento como una parte esencial de éste. Desde esta perspectiva, se ofrecen talleres para familiares con el fin de abordar de forma más adaptativa el cuidado de paciente.

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