El equipo de gobierno reajusta el presupuesto para dotar a las concejalías que se han quedado sin recursos
Esta noche se lleva al pleno una modificación de crédito de 300.000 euros aproximadamente con el fin de reestructurar algunas partidas del presupuesto municipal que no se han utilizado, tal y como ha explicado el concejal de Hacienda, Amado Navalón.
El edil ha resaltado que “las partidas que no se utilizan van a remanente de tesorería, es decir, a pagar la deuda municipal, por lo que el equipo de gobierno ha preferido repartirla entre distintas concejalías para poder hacer reparaciones, dotar de material y realizar actividades para el disfrute de los ciudadanos”.
Más de la mitad del crédito, 155.000 euros, se destinarán a pagar unas facturas que hay sin consignación presupuestaria desde el año 2011, pertenecientes al anterior equipo de gobierno. Entre ellas hay una de telefonía móvil, del año 2011 por valor de 52.000 euros, otra de transporte de 18.000 y otras deudas contraídas con la Mancomunidad del Valle del Vinalopó de 85.000 euros.
El resto se ha distribuido para atender a las necesidades prioritarias de las distintas áreas municipales. Como por ejemplo juegos infantiles en parques y jardines, desfibriladores para las distintas instalaciones deportivas, proyectores luminosos para la pista de patinaje del sector 9; renovación de paneles informativos en senderos y espacios naturales y adquisición de una desbrozadora para mantenimiento de senderos.
También se van a reparar las goteras del Mercado Central y se van a arreglar los carros en el de San Francisco. Además se va a dotar de mobiliario, herramientas y se van a hacer reparaciones en las distintas dependencias municipales.
La Policía Local, Urbanismo y Cultura, son otros de los destinos de esta modificación, “proyectos y necesidades que no se podrían haber satisfecho si no es por la modificación que deberá aprobar el pleno esta noche”, según ha explicado Amado Navalón.
Navalón ha resaltado que este crédito se ha rescatado de dos presupuestos que estaban “inflados”, como un contrato de renting de la policía local y otro para el consumo eléctrico; y un tercero que finalmente no se va a ejecutar este año, como es un contrato de señalítica que no ha llevado a cabo.
