El Hospital de Denia aplica una novedosa técnica para implantar prótesis de cadera
Se trata de una cirugía mínimamente invasiva de la que los pacientes se recuperan en tan solo una semana
Se trata de una jornada dirigida por el Dr. Antonio Jover, jefe del Área Clínica de Aparato Locomotor del Hospital de Dénia, con la participación del Profesor A. Gächter, reconocido catedrático suizo de Traumatología; así como el Profesor D. Francisco Gomar y el Dr. Antonio Giménez.
La sesión cuenta con diversas ponencias científicas sobre este tema, y la retransmisión en directo de la cirugía de artroplastia total de cadera, que podrá verse en el Salón de Actos mientras se realiza en uno de los quirófanos del hospital comarcal.
La novedad de la técnica consiste en acceder a la articulación de la cadera sin lesionar ningún músculo, gracias a la utilización de un abordaje más anterior respecto a lo tradicional. El músculo glúteo, principal elemento que interviene en la marcha, así como los demás músculos que rodean la cadera, resultan sin daño ni deterioro, lo que facilitará una recuperación funcional más rápida y con menos dolor. Además se pueden utilizar incisiones cortas, que no supera los 10 centímetros, con un beneficio estético importante.
Por otra parte, para conseguir llegar hasta la lesión ósea, es necesario colocar la cadera del paciente en diversas posiciones. Se facilitan estos movimientos, mediante el uso de un “aparato de tracción” que sujeto al pie del paciente, y fijado a la mesa quirúrgica, tal y como muestran las fotografías, permitirá posicionar de forma adecuada los extremos del hueso.
De esta forma, y utilizando además un instrumental específicamente diseñado para adaptarse a la anatomía por este abordaje, se consigue colocar los implantes de modo seguro. Los músculos de la parte anterior de la cadera son separados, no cortados, para llegar al cuello del fémur.
La artroplastia de cadera consiste en la sustitución de las superficies articulares dañadas. Para ello se implanta una pieza semicircular en el cotilo (pelvis) y un vástago en el fémur. Ambos son de titanio para facilitar que el hueso crezca alrededor de los mismos. Sobre estas piezas se adaptan otras de cerámica que forman una nueva articulación de movilidad circular completa y muy baja fricción. Un ejemplo de la prótesis que se estudia es el que se muestra en la fotografía.
La recuperación funcional del paciente es asombrosa. Mientras que con las técnicas convencionales como la “Vía de Moore” o la anterior de “Hardinge o Bauer” el paciente utiliza bastones para caminar hasta pasado un mes desde la intervención, con éste nuevo abordaje, se consigue una funcionalidad similar a la previa de la cirugía en los primeros días.
