Cullera elimina la tasa de 1.050 € de la residencia
La recuperación de derechos sociales en la que está embarcado el gobierno municipal de Cullera ha dado hoy un nuevo paso de gran calado. A partir del próximo 1 de enero el ayuntamiento de la localidad suprimirá la tasa privada de 1.050 euros mensuales impuesta por el anterior ejecutivo del Partido Popular a los usuarios de la residencia de la Tercera Edad.
El anuncio lo ha hecho esta mañana el alcalde de la localidad, Jordi Mayor, durante la jornada de puertas abiertas de la Residencia Municipal de la Tercera Edad. El primer edil ha detallado que a partir de 2017 los residentes solamente pagarán una parte de su pensión. «Es un sistema más justo que posibilita que cualquier persona, cobre lo que cobre, pueda acceder a este servicio básico», ha afirmado Mayor.
Además, el alcalde ha anunciado que los usuarios se quedarán íntegramente con las pagas extras, «lo que supone un pequeño respiro para estas economías que no son, precisamente, boyantes».
Con esta medida, Mayor ha defendido que la atención a las personas mayores «dejará de ser un privilegio» y se extiende a toda la ciudadanía ya que se pone fin a un sistema de tasas «discriminatorio» mediante el cual solo las rentas más altas podían acceder al servicio.
El nuevo sistema será posible gracias al acuerdo al que han llegado el consistorio y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de Mónica Oltra. La Administración autonómica prácticamente duplicará en 2017 la aportación económica que realiza a Cullera para el sostenimiento de la residencia municipal, ha precisado la concejala de la Tercera Edad, Francesca Ortiz.
De este modo, la aportación municipal se reducirá y con el ahorro el ayuntamiento afrontará las obras de la tercera fase de la residencia en las que se rehabilitará un ala del edificio que actualmente está en desuso, ha añadido la edila.
Coste cero
En el momento en el que la residencia complete las 38 plazas de su capacidad —actualmente tiene una treintena de usuarios— «el coste para las arcas municipales será prácticamente cero», calcula Ortiz.
En otro orden de cosas, a principios del año próximo el ayuntamiento acometerá mejoras en el patio de la residencia para adecuarlo a las necesidades de los ancianos que viven en estas instalaciones.
Con esta nueva medida, se consolida la apuesta municipal por una residencia pública, universal y en condiciones para garantizar la asistencia al colectivo de la Tercera Edad. El consistorio ya evitó el cierre de este servicio en 2015 —planeado por la anterior Administración— al poner en marcha un plan de rehabilitación de las instalaciones, que no cumplían la normativa.
