El belén monumental de Cullera cumple 40 años
Cullera cuenta con uno de los belenes monumentales y artesanales más emblemáticos de la Comunitat Valenciana que además este año cumple 40 años. Su impulsor es el belenista local Miguel Ángel Falcó, experto en la representación plástica del nacimiento de Cristo.
Desde el pasado domingo ya se puede visitar esta obra de arte con una larga tradición en el municipio. El belén cuenta este año con alrededor de 1.700 figuras artesanales de la escuela de Olot y del prestigioso escultor catalán Martín Castells, según ha explicado el belenista cullerense.
La estructura del nacimiento cambia todos los años, pero siempre mantiene su idiosincrasia clásica. Precisamente el clasicismo es la principal seña de identidad de esta obra de arte.
Trabajo durante todo el año
Para montar este ingente belén, se han empleado alrededor de cuatro meses aunque los preparativos se alargan durante todo el año. En esa tarea, Falcó cuenta con un grupo de colaboradores sin los cuales sería imposible hacerlo realidad.
Esta joya se puede visitar en la calle Valencia, 68 con el siguiente horario: sábado de 18 a 21 horas, domingo de 11:30 a 14 y de 18 a 21. Entre semana de 20 a 21.
Prueba de su prestigio es que a lo largo de sus 40 años de historia ha conseguido importantes premios autonómicos, alzándose en muchas ocasiones como el mejor de la Comunitat Valenciana.
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, acompañado de miembros de la Corporación municipal asistió el domingo a su inauguración. El arqueólogo municipal, Kike Gandía, fue el mantenedor del acto. También asistió el abad de Xàtiva, José Canet.
El belén recoge todas las escenas del Nuevo Testamento, distribuidas en tres plantas, con más de 1.700 figuras —la mayoría elaboradas en barro o pasta de madera- ocupando un espacio de aproximadamente 50 metros cuadrados.
Las escenas bíblicas se distribuyen por este espacio de forma cronológica. Cada año la configuración cambia. Nunca se repite su estructura y esto lo convierte en una sorpresa. Por otro lado, impresiona la profundidad de las escenas, en un juego de perspectivas que le aportan un volumen casi tridimensional.
