Crítica de "La Deuda (The Debt) (2011)"

Dirección: John Madden
País/Año: EEUU (2011)
Reparto: Sam Worthington, Jessica Chastain, Marton Csokas, Helen Mirren, Tom Wilkinson, Ciarán Hinds, Jesper Christensen

Sinopsis:

La historia empieza en 1997 cuando dos ex agentes del Mossad, Rachel (Helen Mirren) y Stefan (Tom Wilkinson) se quedan atónitos al enterarse de algo totalmente inesperado acerca de su antiguo compañero David (Ciarán Hinds). Los tres son considerados auténticos héroes en su país debido a una misión realizada hace años. En 1966, el trío (Jessica Chastain, Marton Csokas y Sam Worthington, respectivamente) persiguió y localizó a Vogel (Jesper Christensen), un criminal de guerra nazi en Berlín Este. Arriesgaron sus vidas y pagaron un alto precio por cumplir la misión, pero ¿lo consiguieron? El suspense crece según pasamos de un periodo a otro mientras la acción aumenta entre revelaciones cada vez más sorprendentes.

Mi crítica:

En la actualidad un trío de ex-agentes del Mossad (Helen Mirren, Tom Wilkinson y Ciarán Hinds) son considerados héroes. La cinta arranca con el acto de presentación de la hija de la primera, que cuenta la azaña de su madre, luchando por su vida y matando a un criminal nazi, completando así una difícil misión.

Mientras en el presente el último de los citados se quita repentinamente la vida y el ex-matrimonio de agentes, sobretodo ella, intentan saber por qué y lidiar con los fantasmas de su pasado, viajamos a modo de flashbacks que intercalan con los sucesos actuales y vemos al trío de joven (Jessica Chastain, Marton Csokas y Sam Worthington) como llevaron a cabo esa misión con la duda de cuando llegue el momento clave de la narración, lo que pasó coincide con la heróica versión que cuenta la novela.

Es una película que en todos los sentidos el calificativo que mejor le va es el de "correcta". Todo está bien pero tampoco hay nada que destaque especialmente. Contiene alguna reflexión interesante, sobretodo hacia el final, pero no llega a transmitir al espectador lo que desea ni plantearle un dilema moral que le haga darle vueltas en exceso.

Tampoco es que tenga nada realmente negativo pero se queda en lo tibio, en lo del montón tanto en su género en particular como cinematográficamente en general. No se si es la forma de contarla, los constantes saltos entre presente y pasado o que las interpretaciones tampoco sean nada del otro mundo (y por ejemplo Sam Worthington que es quizá el personaje más importante dentro de la relación entre los tres va con cara de empanado y como alma en pena toda la cinta).

Creo que hay muchas mejores películas para elegir en el panorama actual. Sin embargo como digo, para un rato entretenido sin pretensiones no está mal. La idea es buena, tengo curiosidad por la película original israelí en la que se basa esta y si ella si ha sabido transmitir lo que esta intenta pero no logra. Quizá algún día le de la oportunidad y lo compruebe.

La que nos oscupa se queda en un 5.3 / 10