La OJE en la Comunidad Valenciana pasa una semana de campamento en Navalón

La Organización Juvenil Española (OJE) en la Comunidad Valenciana realizó del 18 a 25 de julio su campamento de verano, después de dos años de espera. Asistieron a él 56 niños, niñas y jóvenes de toda la comunidad Valenciana, principalmente de sus grupos de Valencia, Alicante, Onil y Vinalesa.

Después de dos años de trabajo junto al Consell Valencià de la Joventut , el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), la Conselleria de Sanidad y el resto de entidades de educación no formal del Consell, se lograron aprobar los protocolos COVID19 para actividades de educación no formal y campamentos y albergues, que han hecho posible realizar estas actividades. La presidenta de la OJE en la Comunidad Valenciana, Lucía Hurtado, afirma que “Sin estos protocolos no nos sentíamos seguras para dar este paso, ha costado, pero han sido la garantía que necesitábamos para ser valientes y sacar los campamentos adelante”.

Durante los 7 días que ha durado el campamento los monitores han tenido que adaptar sus actividades a la circunstancia actual, para cumplir con las medidas y protocolos COVID19. Entre ellos podemos destacar: lavado constante de manos, distancia interpersonal, respetar los grupos de convivencia estable/grupo burbuja (GCE), mascarilla tapando nariz y boca en todo momento, etcétera. “No es fácil, pero cuando hay ilusión y ganas es posible. Llevábamos esperando este campamento mucho tiempo y sabíamos que sería diferente, pero ha valido la pena” nos cuenta Víctor Valero, monitor del campamento.

Todas estas medidas y protocolos no les han impendido, como ellos dicen “hacer OJE”, su labor pedagógica y educativa ha estado presente en todo momento. El campamento giraba en torno a la mística de las estrellas, bajo el lema “Et tamen, stellae” y a través del hilo conductor de “El rey que bordaba estrellas” han trabajado cada día valores como la amistad; el trabajo, esfuerzo y constancia; espiritualidad; alegría y humildad; generosidad y servicio. Además han podido realizarse con éxito todas las actividades tradicionales de campamento: rutas y marchas por la montaña; veladas y fuego de campamento; observación de estrellas; tirolina, rapel y cabuyería, entre otras. Gonzalo Boix, el jefe de actividades del campamento cuenta “hemos intentado adaptar todas las actividades que solemos hacer en un campamento normal a las circunstancias, aprovechando al máximo el entorno en el que nos encontrábamos y la mística del campamento” y añade “Este campamento era necesario para que los monitores vivieran la experiencia de las actividades fuera del Hogar y más, en este último año donde muchas han tenido que hacerse online. Además, los niños también tenían muchas ganas de poder meterse en el saco y dormir con sus amigos en las tiendas”.