Rafa Miró inaugura la restauración de los frescos de la Adoración del Cordero Místico de Vergara en Chiva
El secretario autonómico destaca “el gran esfuerzo que hace la Generalitat para favorecer la recuperación del patrimonio histórico-artístico”
Se trata de una actuación conjunta del Ayuntamiento de Chiva, la Diputación de Valencia y la conselleria de Cultura a través del IVC+R
El secretario autonómico ha destacado que “la Generalitat está haciendo un gran esfuerzo económico y humano para favorecer la recuperación del patrimonio histórico-artístico de muchas iglesias de la Comunitat con actuaciones como la que se han desarrollado en Chiva”.
José Vergara es el pintor valenciano más destacado del siglo XVIII. Sus obras son innumerables, pero su legado más importante lo dejó en Chiva. Las pinturas murales en la bóveda del presbiterio de la parroquial de San Juan Bautista de Chiva son obra capital de su plenitud artística.
En este sentido, Miró ha señalado que “estas pinturas recuperadas a día de hoy por los técnicos del IVC+R y cuyos brillantes resultados saltan a la vista suponen la constatación de la calidad de este artista, uno de los más destacados de la corriente academicista y el testimonio, también elocuente, de la maestría alcanzada por el arte valenciano en el campo de la pintura mural ámbito en el que los artistas del momento se destacarían notablemente como se puede observar en ésta, pero también en muchas otras iglesias valencianas”.
José Vergara estableció en Chiva su segunda residencia, ya que trabajó en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista desde 1769 hasta 1790. En ella desarrolló tanto decoraciones al fresco como lienzos para los altares. Según consta documentalmente, su primer trabajo data de 1769 y corresponde a las pechinas, donde pintó a los cuatro evangelistas.
Unos años después, en 1776 realizó las pinturas de las imágenes escultóricas. Entre 1784 y 1787 la gloria al fresco de la capilla mayor en la que representa, inspirándose en la visión apocalíptica de San Juan, el tema de la Adoración del Cordero Místico, composición en la que ocupa un lugar destacado el titular del templo, y finalmente, en 1790, el lienzo de La predicación de San Juan Bautista en el desierto para el altar mayor. La larga duración de la ejecución del proyecto decorativo de esta iglesia, costeado por la feligresía, le permitió disponer de mayor libertad compositiva e iconográfica como se ve en esta obra.
Según ha señalado Miró “la Iglesia de San Juan Bautista, que se erigió entre 1733 y 1781, ofrece una de las mejores muestras de la pintura mural académica valenciana del siglo XVIII, del pintor José Vergara”.
El Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals (IVC+R) ha dirigido los trabajos de conservación y restauración que financia el Ayuntamiento de Chiva y la Diputación de Valencia, y que cuenta además con la colaboración de la Parroquia san Juan Bautista de esta localidad.
Las tareas de conservación y restauración se apoyan en una serie de estudios científicos que se realizaron desde el laboratorio de materiales del IVC+R y que han tenido como objetivo conocer con exactitud los materiales utilizados por José Vergara, así como la técnica de ejecución y el estado de conservación de los frescos.
