El GPP celebra que "las quejas del sector hayan logrado levantar el veto a la quema de la poda agrícola"
La Portavoz de Medio Ambiente del Grupo Popular en Les Corts, Elisa Díaz, ha celebrado que "el Consell levante el actual veto a las quemas, sobre todo de la poda agrícola, por las consecuencias nefastas que podía llegar a tener esta prohibición".
Elisa Díaz ha denunciado que "existe un riesgo real de que estas podas acumuladas al secarse, se conviertan en un polvorín, en puro combustible, que eleva de manera considerable el riesgo de incendios. Es evidente que esta prohibición puede llevar a que se produzcan incendios mucho mayores de los que supuestamente se intentaba evitar con esta medida", ha señalado.
Para Elisa Díaz, "estamos ante una medida que fue improvisada y se aprobó a la desesperada por parte del Titànic a raíz de los incendios de estas navidades como el de la Marjal dels Moros en Sagunto. Es un modo de intentar lavar su imagen y aparentar que adopta alguna decisión para acallar las posibles críticas y responsabilidades por su inacción, pero desde el principio fue un error. Se debe prohibir la quema agrícola los días de determinado riesgo de incendio, pero no siempre y "sine díe".
"A espaldas del sector"
Por su parte, el portavoz de Agricultura José Ramón Calpe ha indicado que esta prohibición es "una irresponsabilidad con la que no han medido las posibles consecuencias. Desde Agricultura no se ha contado una vez más con el sector agrícola a quien no se pregunta nada. Actúan a espaldas del sector. Esta decisión de implantar el veto fue desmedida y fuera de lugar, se adoptó de manera unilateral y sin ningún diálogo".
José Ramón Calpe ha manifestado que "la Conselleria de Agricultura ha ocasionado con la prohibición numerosos gastos económicos extras a los agricultores, y además ha favorecido la aparición y propagación de plagas agrícolas".
Asimismo, ha señalado que "la Conselleria debe hablar más con el sector, escuchar a los agricultores e imponer menos. El sector está muy preocupado por el nivel de acumulación de poda que ha generado durante casi un mes, desde que se decidiera una prohibición de todo tipo de quemas".
Por último, Calpe ha pedido que "se apliquen criterios más flexibles que permitan hacer compatible la prevención de incendios y los imprescindibles trabajos de poda y quema que deben llevar a cabo los agricultores".
