Compromís exige, en las Cortes Valencianas, una solución "inmimente" para las naves deterioradas del puerto de Catarroja
Monzó asegura que el año pasado la alcaldesa puso en peligro a los ciudadanos de Catarroja al permitir la celebración del concurso de allipebre en las inmediaciones de las naves que fueron precintadas
Compromís asegura que los plazos para que los propietarios actúen ya ha pasado ante la pasividad municipal. Compromís asegura que el derribo debe tener todos los informes técnicos y permisos del Parque, así como controlar la posibilidad que la estructura tuviese amianto.
El grupo municipal de Compromís de Catarroja ha trasladado a su grupo en las Cortes Valencianas una petición para que el mismo gobierno valenciano y especialmente la Conselleria de Medio ambiente medien y actúen de manera rápida para solucionar el problema de unas naves industriales abandonadas dentro del Parque Natural de l’Albufera. Las naves se encuentran justo al lado de la escuela de capataces y muy cercanas al Puerto de Catarroja.
Según el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Catarroja, Jesús Monzó, llevamos años así, ante la pasividad de todas las administraciones, especialmente de la local. Lamentamos que el ayuntamiento de Catarroja no haya decidido tomarse el tema en serio y sólo se haya limitado a pedir a los propietarios el derrumbe de las naves. Monzó ha mostrado su alegría por el hecho de que este año el concurso de allipebre se haya trasladado porque el año pasado la situación de las naves ya era dramática, por este motivo se tuvieron que acordonar las naves. Aún así, asegura Monzó, el peligro fue más que evidente y se trasladó el malestar a la primera edil.
Compromís considera que las naves crean impacto visual y están en una situación muy peligrosa, como aseguran también los informes emitidos por los técnicos municipales. Monzó asegura que los plazos que el Ayuntamiento ha dado a los propietarios ya se han cumplido, ahora le toca al ayuntamiento actuar de oficio y pedir ayuda a las administraciones. No podemos tener unas naves en estas condiciones, asegura Monzó. El precio que se estipula para derribar las naves está valorado en 150.000 euros, dinero que tendría que desembolsar el Ayuntamiento para después reclamárselo a los propietarios.
