El Programa de Extensión Universitaria de la UJI elaborará un diccionario crítico de la Cultura
El Programa de Extensión Universitaria de la Universitat Jaume I y el Seminario Garbell, con la coordinación de Iguázel Elhombre, están trabajando en la creación de un “Tesauro incorrecto de la cultura. Restableciendo palabras en crisis” que se presentará durante el año 2013.
El proyecto nace de la idea de construir discursos críticos que ayuden a mejorar la acción en cultura a través de la realización de un ejercicio de evaluación de algunas de las palabras que tienen un protagonismo dominante en la gestión cultural. Este tesauro intenta ser un diccionario crítico de uso y abuso de termas y una reflexión sobre el lenguaje que articula discursos en cultura.
En la primera parte del proceso se ha abierto una plataforma en línea para recibir propuestas de palabras con las cuales poder articular el mapa de conceptos que se tienen que revisar. La aplicación, desarrollada por el Grupo Sogres (Sostenibilidad de los Organizaciones y Gestión de la Responsabilidad Social) de la UJI es de consulta libre a través de la dirección: http://seminarigarbell.sogres.es.
En la segunda fase, será el Programa de Extensión Universitaria de la Universitat Jaume I, a través del Seminario Garbell, quien se encargará de la revisión de conceptos y justificaciones para, finalmente, editar un libro que será presentado este año.
Tal y cómo han explicado los responsables de esta iniciativa: “las palabras forman discursos. Los discursos construyen las lógicas de funcionamiento y estas conducen de una determinada manera a la acción. Así, pues, las palabras no son neutras. Su utilización, su uso, no sólo tiene que estar condicionado por los significantes y significados de los términos sino por aquello que queremos hacer cuando nos referimos. Cualquier construcción del lenguaje tiene una impronta ideológica. Un interés, un gesto, una dirección. En la acción cultural no se puede separar aquello que se ha hecho de aquello que expresa. Y en función de cómo expresamos, haremos. Por lo tanto, no tenemos que refugiarnos en palabras sin cuestionarlas. El lenguaje no puede servirnos como excusa inmovilista, como refugio inerte, como pieza de anclaje de un sistema que no permita la crítica ni que cambio nada. Las palabras pueden ser la espoleta, el detonador para reconfigurar los discursos, las lógicas y la acción de la cultura”.
