Las obras de remodelación del Segon Molí sacan a la luz restos islámicos y una secuencia de la sala de muelas del edificio a lo largo del tiempo

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Castellón, Javier Moliner, acompañado por el concejal de Cultura, Miguel Ángel Mulet, así como por el arquitecto municipal y el arqueólogo Sergi Selma, ha visitado hoy las obras de remodelación del Segon Molí que han sacado a la luz restos islámicos y una secuencia de la sala de muelas del edificio a lo largo del tiempo. Así, Moliner ha destacado que este edificio forma parte del patrimonio histórico y merece tener las mejores condiciones de conservación con el fin de que pueda disfrutarse por parte de la ciudadanía. “Desde el Ayuntamiento de Castellón estamos haciendo una apuesta por crear un eslabón entre generaciones pasadas y actuales, que puedan saber que hicieron los antepasados permitiendo ver una situación que hace unos siglos era cotidiana y que era el sustento de las familias como era el moler la harina y el cultivo de los cereales”, ha explicado el edil, quien ha remarcado que “creamos un enlace entre el pasado del Castellón agrícola a un Castellón del futuro y en esta restauración se ha puesto cariño y dedicación”. Moliner ha destacado que a inicios de año el edificio se pondrá a disposición de la ciudadanía en su vertiente didáctica y ha afirmado que los trabajos han sacado a la luz restos importantes de siglos anteriores como las diferentes ampliaciones del edificio y restos de la época musulmana. Ahora, tan sólo queda ubicar el pavimento transparente sobre los restos, el ascensor para convertir en accesible la planta de arriba y los últimos remates de pintura. “A este proceso se ha dedicado un tiempo importante y estos trabajos harán que sea posible datar la tradición molinera en la ciudad”, ha afirmado Moliner.

Por su parte, el arqueólogo Sergi Selma ha dicho que lo más interesante es que la intervención ha permitido recuperar una edificación que tiene capacidad didáctica y permite explicar al detalle los cambios en el edificio, siglo por siglo, y encontrar restos que muestran la secuencia de la sala de muelas y restos de época islámica. “Es a partir del siglo 14 y 15 cuando se hace edificación que aún podemos ver y sitúa las muelas en lugar diferente e integrar los elementos en una explicación didáctica y poder disfrutar de cada una de las fases del molino”, ha finalizado.

Hay que recordar que el Ayuntamiento de Castellón ha promovido la remodelación del Segon Molí con el fin de devolver a la ciudadanía este emblemático edificio, con gran valor patrimonial e histórico y es el más antiguo que se mantiene en pie –se tienen referencias desde el siglo XIV-. Un edificio que refleja los usos y costumbres de nuestra ciudad y que tras su remodelación y puesta en valor será ‘devuelto’ a la ciudad para el disfrute de la ciudadanía.

Recordar  también que el Segon Molí, también denominado Molí Mitjà o Molí del Mig, era el que aprovechaba el agua de la acequia Mayor, entre la acequia Coscollosa –actual plaza María Agustina- y el río Seco. Este edificio, a lo largo de su historia –la primera referencia histórica es de 1385-, ha registrado no sólo cambios de titularidad, sino también cambios físicos.

Primero fue un pequeño edificio de apenas una planta baja a la que con el incremento de las necesidades se le fueron sumando habitáculos y espacios tanto para almacenar el producto de moler como para dejar entrar los carruajes o para construir habitaciones de la vivienda de los molineros. El Segon Molí funcionó como actividad industrial hasta 1964 y por sus muelas de piedra pasarán trigo, garbanzos y otros productos de la tierra, incluso yeso para la construcción.