La defensora de derechos humanos Martha Munguia ofrece una charla en Castellón con motivo del Día Mundial contra la Violencia de Género

La activista y defensora de derechos humanos, Martha Munguía visitó Castellón el pasado lunes, de la mano del grupo local de Amnistía Internacional, para exponer la situación de vulneración de derechos humanos que sufre su país, Nicaragua, en una charla titulada ‘El derecho de las mujeres y las niñas a una vida sin violencia’.

Munguía comenzó su intervención con un pase de fotografías de niñas acompañadas por sus hijos, y que habían sido maltratadas y violadas por sus padrastros o habían sido víctimas de turismo sexual y que se encuentran actualmente acogidas en los centros de protección de la Alianza de Centros de Mujeres de Nicaragua, de la que Munguia es coordinadora.

La activista expresó que “es para mí muy importante enseñarles que las mujeres y niñas de las que voy a hablar y que acogemos en nuestros refugios son personas reales, con historias terribles a sus espaldas y que siguen luchando por sobrevivir”.

Entre los casos que más llamaron la atención a los asistentes se encontraba el de una mujer que había sido encarcelada en Nicaragua acusada de no haber cuidado correctamente de su hija, que había sido violada por un hombre. Además, Munguia informó de que, a las niñas que quedan embarazadas por una violación no se les permite abortar, y que en caso de hacerlo esto supondría un delito.

Munguia también explicó cómo “el gobierno nicaragüense está sufriendo un retroceso terrible que va camino de convertirse en una dictadura, además el nivel de corrupción es absoluta y existe un total desconocimiento de los derechos humanos, tampoco existe una política institucional frente a la violencia de género, a los activistas que luchamos por conseguirlos se nos considera enemigos del gobierno y se nos persigue, además los niños son tratados como elementos de limosna con los que se montan circos terribles en los que los altos dirigentes les reparten comida por la calle”.

La activista concluyó que ‘Vale la pena seguir luchando por los derechos de las personas, en especial de las mujeres y los niños a los que protegemos porque estoy convencida de que la justicia al final triunfará ya que es el único camino” y agradeció a Amnistía Internacional su apoyo porque sin ellos “la presión al gobierno no sería la misma, sin esas cartas que inundan las mesas de los altos cargos del gobierno y sin la presión internacional que realmente incomoda a estas personas, nosotras no tendríamos la misma fuerza”.