Jura de 38 nuevos abogados y homenaje a siete letrados por sus bodas de oro como colegiados
En su intervención, el decano del Colegio de Abogados, Manuel Badenes, ha deslizado que “esta es la última ocasión que presido esta jura” y ha denunciado que “la Administración de Justicia está haciendo agua por todas partes”.
Al acto ha asistido en pleno la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Castellón, numerosas autoridades de la judicatura y un gran número de público acompañante. Tras la jura o promesa de los 38 nuevos abogados, se procedió a la entrega de la medalla de oro del Colegio a José Manuel Añó, Emilio Bonilla, Vicente Falomir, Luís Franco Juan, Eduardo Wenldey Palacios, Alfredo Pascual y José Felipe Suay, por cumplir este año sus bodas de oro como colegiados. Manuel Badenes destacó de los homenajeados su dedicación a los compañeros por haberse dedicado muchos años a la Junta de Gobierno del Colegio y el magisterio que “habéis enseñado a muchísimos abogados y habéis sido maestros de otros”.
Manuel Badenes, reivindicó frente a la Administración que se paguen en tiempo y forma los honorarios de los abogados del turno de oficio y denunció que “no se toman medidas drásticas para que la Administración de Justicia funcione como se merece una sociedad del siglo XXI, no tiene medios adecuados para desarrollar satisfactoriamente su trabajo, faltan medios humanos, no tenemos los sistemas informáticos homologados, falta atribuir a cada trabajador de la Justicia su competencia y exigir las responsabilidades que corresponde”.
Denunció la falta de una Ley de Planta Judicial moderna y recordó que “el 16 de abril de 2002, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, el Pleno del Congreso de los diputados aprobó como proposición de ley, la Carta de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia, dicha carta, después de 8 años es una quimera porque no ha habido voluntad política de materializar en leyes y reglamentos de obligado cumplimiento”.
El decano en su intervención animó a los nuevos letrados a dedicarse a una profesión dura y difícil, que requiere una constante formación.
