Pep Grau: “La eliminación del premio de la Generalitat a la Gaiata de la Ciudad es un insulto del PP a las fiestas de Castellón”

El concejal socialista Pep Grau afirma que “la eliminación del premio de la Generalitat Valenciana a la Gaiata de la Ciudad es un insulto del Partido Popular a las fiestas de Castellón”. “Es intolerable que el derroche del presidente de la Generalitat lo estemos pagando los ciudadanos de Castellón y que se nos trate como a una ciudad de tercera división”, señala.

“Camps tiene dinero para pagarse sus fotos con los pilotos de la Fórmula 1 y en la Copa del América, pero no tiene ni un céntimo para promocionar las fiestas de la Magdalena”, añade. “Los socialistas exigimos que se restituya de inmediato el premio a la Gaiata de la Ciudad, que es un aliciente para que el mundo de la fiesta contribuya a mejorar la Magdalena”.

Grau extiende las críticas al PP municipal por la “dejadez” en promocionar las fiestas de la ciudad. “Los socialistas presentamos una moción ante el pleno para impulsar la Magdalena como Fiesta de Interés Turístico Internacional, pero el equipo de gobierno parece que no se toma las cosas en serio y seguimos sin contar con una distinción que ayudaría a reforzar la imagen exterior de Castellón y a captar más turismo”, dice.

“El Ayuntamiento de Castellón no puede tolerar que el Gobierno valenciano actúa de forma tan precipitada. Las ayudas oficiales que concede la Generalitat a las fiestas de Castellón son ridículas y encima se eliminan”, añade Grau. “Seguro que Rita Barberá se plantará y conseguirá lo que quiera para Valencia, pero nosotros tenemos a un alcalde que sólo piensa en lo suyo, en cómo ocupar el puesto que dejará Camps. Y así no podemos continuar”.

“Alberto Fabra debería tomar nota de lo que está haciendo Camps y empezar a hacerse valer ante la Generalitat. El PP no tiene en consideración al mundo de la fiesta en Castellón, no está en sus prioridades políticas”, afirma. Grau recuerda que el grupo socialista reclamó un proyecto para remodelar el almacén de gaiatas con los fondos del segundo Plan Zapatero, ante las quejas recibidas por las deficiencias del local, pero Fabra se negó.