Calles exige al alcalde que convierta el Ayuntamiento en un motor económico contra la crisis y reclame a la Generalitat el pago de la deuda histórica con Castellón

El portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Juan María Calles, exige “más dedicación, más interés y más esfuerzo” al equipo de gobierno del Partido Popular para afrontar la crisis económica. “El Ayuntamiento debería convertirse en una plataforma económica que ayude a empresas y trabajadores a salir del túnel de la crisis. La Administración local tiene competencias y capacidad para actuar como motor de desarrollo local”.

Calles advierte “un nuevo fracaso” del alcalde en el área económica “si continúa más pendiente de su carrera política fuera de Castellón que en asumir las riendas de la gestión municipal”. “Castellón afronta los retos de 2010 con la perspectiva de sumar esfuerzos al resto de administraciones públicas, la estatal y la autonómica, para reactivar la economía productiva y cooperar en la generación de empleo”, explica.

En su Declaración de Año Nuevo, el líder socialista insta a Alberto Fabra a impulsar el Observatorio de Responsabilidad Sociolaboral, creado hace unas semanas, y a promover un Pacto Local de Empleo que “dinamice el mercado laboral y ayude a los parados de la capital de la Plana a buscar una salida a un drama que afecta a miles de familias castellonenses”. “Castellón no se puede permitir otro año de brazos cruzados de un PP más pendiente de su salvación política que de trabajar para la ciudadanía”, añade.

En ese sentido, Calles exige al alcalde que “defienda los intereses de Castellón antes que los suyos propios y los de su partido”. “El PP de Gürtelandia ha abandonado su proyecto municipal, si es que alguna vez lo tuvo”, señala. Prueba de ello, afirma, es que el Gobierno de Francisco Camps no ha aceptado ni una de las ocho enmiendas a los presupuestos de la Generalitat que prometió Alberto Fabra, por un valor de 3,4 millones de euros.
“Es hora de más compromiso con Castellón, de exigir al Consell que pague la deuda histórica con Castellón, que se acerca ya a los 300 millones de euros”. “Los populares han situado a Castellón en la cola de la Comunitat Valenciana y el desdén de la Generalitat Valenciana hacia la capital se agrave. Para el PP no somos nada en lo político y menos aún en lo económico”, dice.

Calles urge al PP a establecer una agenda de trabajo con las prioridades políticas para 2010. “El presupuesto municipal es la principal herramienta de acción política del Ayuntamiento y puede impulsar medidas dirigidas a fomentar la economía local”, señala. “El plan Zapatero trajo 30,5 millones de euros en 2009 y traerá 19,2 millones en 2010, mientras que las inversiones prometidas por Camps hace ahora un año, por valor de 36 millones de euros, siguen en el limbo del engaño y de la propaganda mediática”.

Sin embargo, “el Ayuntamiento tiene la obligación de afinar la gestión municipal y desterrar las políticas de derroche”. Calles propone aprobar un plan de contención del gasto público en el que “no tengan sentido las comilonas de 300 euros del vicealcalde en mesones de carretera de Cuenca, los sillones de piel de 1.100 euros, la compra de cuatro coches oficiales en un año y la extravagancia de pagar un millón de euros por una colección de animales disecados más propia del siglo XIX que del siglo XXI”.

El portavoz socialista confía en que “2010 sea el año del principio del cambio, que ponga fin a la insensatez con que se ha gobernado Castellón en las últimas dos décadas”. “Castellón está desnortado, no tiene una estrategia dirigida al bienestar ni al progreso ciudadanos y el PP local se permite el lujo de incidir en sus errores económicos, urbanísticos y sociales. Parecía difícil superar el ejercicio catastrófico de 2008, pero 2009 ha sido, con diferencia, el año de peor gobierno municipal en Castellón en la democracia”.