Mario Edo pide a Fabra que “se limpie la boca antes de hablar de los socialistas porque el que tiene el lío padre es el PP”

El portavoz adjunto del grupo municipal socialista, Mario Edo, aconseja al concejal de Castellón y presidente de la Diputación, Carlos Fabra, que “se limpie la boca antes de hablar de los socialistas, porque el que tiene el lío padre es el Partido Popular, con peticiones de cárcel, acusaciones de corrupción, peleas de gallos por controlar el corral y ambiciones desmedidas para segarle el camino a los compañeros de partido”. Edo responde así a las declaraciones de Fabra, el pasado jueves, en las que afirmaba que los socialistas de Castellón “son una panda y, encima, cada uno va por su lado”.

“Parece que el señor Fabra no tiene costumbre de mirarse al espejo, porque si lo hiciera vería en qué situación está su partido, con un presidente autonómico al que todos dan por muerto políticamente por sus implicaciones en el ‘caso Gürtel’ y con el ruido de sables del alcalde de Castellón, Alberto Fabra, haciéndole la cama a Francisco Camps para ocupar su silla, mientras el vicealcalde, Javier Moliner, quiere salir en todas las fotos por ver qué lotería le toca, si el pito o la pelota”, asegura.

“Esta es la prueba de lo que les interesa Castellón: nada de nada”, apunta. Edo lamenta la “espiral de insultos y descalificaciones” que está protagonizando el dirigente provincial del PP, que llamó “canalla” al portavoz municipal socialista, “hijo de puta” al portavoz del PSPV en la Diputación y ahora ha llamado “estúpidos” a todos los cargos institucionales y militantes socialistas de Castellón. “Un alto cargo de la política provincial que representa a la ciudadanía, también a los miles de votantes del PSPV-PSOE, no puede actuar con el desprecio y la indignidad con que Fabra lo está haciendo”, añade.

“La actitud del presidente de la Diputación no se entiende si no es como la reacción de un ratón que ha entrado en la ratonera y no sabe cómo salir de ella”, explica Edo. “Los tribunales están a punto de sentarle en el banquillo, después de que la Fiscalía Anticorrupción haya pedido una pena de dos años de cárcel por una presunta falsedad documental para comercializar productos fitosanitarios que incumplían la legislación en materia de salud pública”, expone, “y su nerviosismo le está jugando una mala pasada”.