Pep Grau acusa a los Fabra de ocultar la ramificación del ‘caso Gürtel’ en Castellón

El secretario general de la Agrupación Municipal de Castelló, Pep Grau, exige “una respuesta ética” al alcalde de Castellón y presidente de la Junta Local del Partido Popular, Alberto Fabra, ante el “agravamiento” del caso Gürtel y las nuevas revelaciones de la trama corrupta de financiación ilegal del PP. “Fabra mantiene un silencio cómplice y no ha ofrecido ni un solo dato de los exigidos por el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento en los últimos meses sobre las contrataciones irregulares con las empresas que investiga la Justicia”.

“Fabra no ha abierto la boca para decir que no tiene nada que ver con los trapicheos de Costa y sus actividades supuestamente delictivas y lo único que hace es vetar el libre ejercicio de los periodistas de preguntar sobre el caso Gürtel para informar a la sociedad sobre las ilegalidades del PP”, afirma Grau. El dirigente socialista lamenta que el alcalde vetara las preguntas de la Prensa a los parlamentarios populares en un acto en el Ayuntamiento de Castellón.

Grau ha denunciado que la actuación del PP en las instituciones públicas “está comprometiendo de manera grave a algunas empresas que, hasta hoy, han tenido una trayectoria de respeto a la legalidad y a las reglas del juego democrático”. El dirigente socialista asegura que “los Fabra han pervertido las relaciones de la sociedad civil con las instituciones y ahora están tratando de impedir que la Justicia actúe sobre un caso de corrupción que tiene una ramificación en el Ayuntamiento de Castellón y en la Diputación”.

El dirigente socialista ha explicado que “el fabrismo ha causado un enorme daño a la democracia en Castellón”. “No es casualidad que sean políticos de la derecha castellonense, vástagos políticos del líder provincial del PP, quienes, hasta el momento, se han visto obligados a dejar sus responsabilidades políticas como resultado de su vinculación al caso Gürtel”, relacionado con la presunta financiación fraudulenta de su partido.

“Pero más escándaloso”, afirma Grau, “es que Castelló se ha convertido en uno de los epicentros del escándalo” y señala que “esto no hubiera sido posible sin la existencia de una práctica continuada de actuaciones irregulares”. En estos tiempos de profunda crisis económica, Grau considera que “la corrupción es terreno abonado para la fractura social y a la desafección de la ciudadanía hacia la política. La ciudadanía y las empresas merecen gobernantes que, lejos de practicar el nepotismo y el clientelismo, defiendan sus intereses respetando la libre concurrencia y el juego democrático".