Mario Edo dice que “al alcalde de Castellón se le ha achicharrado la mano de ponerla en el fuego por los imputados del PP”

El portavoz adjunto del grupo municipal socialista, Mario Edo, dice que “al alcalde de Castellón se le ha achicharrado la mano de tanto ponerla en el fuego por los imputados del Partido Popular”. “Primero fue el fiel escudero de Carlos Fabra, el mayor imputado judicial de la democracia, y luego dio la cara por Francisco Camps y por Ricardo Costa, a pesar de las graves acusaciones que pesaban sobre ellos por transgredir la legalidad y los principios éticos que deben regir el comportamiento de los representantes ciudadanos”, afirma.

Edo señala que “la última salida de tono de Fabra fue la protagonizada el miércoles, cuando el alcalde volvía a salir en defensa de Camps y Costa y seguía manteniendo la teoría de la conspiración, del Estado policial y del acoso judicial al PP, al mismo tiempo que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, reconocía la existencia de la trama corrupta del ‘caso Gürtel”. “Alberto Fabra está haciendo un papelón desde que su nombre salió a la palestra como posible sustituto de Ricardo Costa”, afirma.

El dirigente socialista afirma que “el alcalde ha ligado su futuro al de políticos bajo sospecha, lo que está hundiendo su credibilidad como político, como están poniendo en evidencia las encuestas, y, lo que es peor, está causando un enorme deterioro a la imagen pública de una institución como la del Ayuntamiento de Castellón, que no tiene por qué verse contaminada por las prácticas deshonestas de representantes de los ciudadanos que anteponen su provecho personal al interés general de la ciudadanía”.

“Alberto Fabra no tiene las manos limpias, porque tiene mucho que explicar de sus relaciones con El Bigotes y otros miembros de la trama corrupta, pero en lugar de hacerlo se dedica a hacer de palmero de los sospechosos habituales”, dice Edo. El portavoz adjunto del PSPV insta a Fabra a explicar por qué el equipo de gobierno popular de Castellón ha pagado millones de euros en los últimos seis años a las empresas implicadas en la trama corrupta del caso Gürtel, por trabajos realizados a dedo, sin consignación presupuestaria y con informes desfavorables de la Intervención General Municipal.