El voluntariado de Cruz Roja se solidariza con las personas sin hogar
Una taza de café caliente en las frías noches de invierno o en las templadas y estrelladas de la primavera y verano reconforta el cuerpo. Y más, cuando los voluntarios de Cruz Roja Castellón lo ofrecen con un rato de compañía y conversación a las personas sin hogar, quienes perciben con ello la calidez humana. Eso y mucho más es el café solidario. Uno de los programas que la Asamblea Local de Cruz Roja Castellón desarrolla desde 2005, de los de mayor éxito y aceptación, por su cercanía con los más vulnerables. Así, de los 21 usuarios que acudieron a Cruz Roja para recibir atención en el 2013, se pasó a 88 en el 2014 y en el 2015 se prestó atención directa a 131 usuarios directos, en los que intervinieron 36 voluntarios. Los voluntarios, cada noche, en las calles, atienden a muchas más personas. Una media que oscila entre 15 y 25.
A las personas sin techo se les ofrece café con leche, colacao, sopa caliente, además de abrigo, si hace falta, así como ropa interior, calcetines, etc. Cajeros automáticos, parques y bancos son los refugios nocturnos de estos ciudadanos que, agradecen mucho la calidez de la conversación. Cruz Roja también les facilita sacos de dormir, kits de higiene o alimentos.
Más de una década después de los inicios de este programa solidario, Cruz Roja va más allá. El objetivo es reinsertar al mayor número de personas en la calle, acercándolas hasta las oficinas y que participen como usuarios en otros proyectos de la institución, como por ejemplo, clases de castellano, plan de empleo, etc.
El perfil de las personas que viven en la calle es variado. Anteriormente, la población extranjera era la predominante, pero en la actualidad, el 52,2 % son nacionales y el 80% de los atendidos son varones.
En cuanto a las edades, el 55% corresponde a menores de 45; el 33% entre 45 y 65 y tan solo el 3,9 % superan esta edad. Más de La mitad de las personas sin hogar atendidas por la asamblea local de Castellón son solteros, mientras que el 16% afirman estar casados y un 28%, divorciados o separados.
Múltiples son las circunstancias que llevan a estas personas a dicha situación de vulnerabilidad, según cuentan muchos de los atendidos por los voluntarios de Cruz Roja. La crisis económica, que ha afectado a las clases medias y bajas, principalmente a pequeños autónomos y peones de la construcción, entre otros. Así, el 44% de los sin techo a los que Cruz Roja ha prestado atención en el café solidario, confiesan llevar más de tres años sin un alojamiento propio, y el 31,9 % se ha unido a este colectivo vulnerable en el último año.
Cuatro son los factores fundamentales que generan esta vulnerabilidad: Estructurales (no poder cumplir las normas, no entender los documentos o no poder empadronarse por carecer de una vivienda habitual), sociales, como la pérdida del hogar o sentirse abandonado por todo el mundo; personales (pérdida del trabajo, de la familia, enfermedades crónicas o adicciones) e institucionales tales como no tener nada al salir del hospital o la prisión, poseer menos recursos y exigir más requisitos, etc.
Todo ello conlleva que cada día aumente el número de personas que viven en la calle sin tener donde dormir y su esperanza de vida es de 25 años inferior al del resto de la población.
Los voluntarios de Cruz Roja de la local de Castellón, cada noche, muestran su solidaridad con estas personas sin hogar a las que muchos días nadie les dirige la palabra. Con ellos comparten su tiempo y su conversación. Y gracias a la ayuda económica del Banco Santander y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que financian este proyecto, Cruz Roja seguirá atendiendo a los más vulnerables e intentará conseguir su reinserción. “Mientras observemos que hay gente en la calle seguiremos con el proyecto”.
