Retorno a los orígenes con un soleado día
Más de 90.000 personas vuelven a recordar el momento de la bajada de la montaña a la Plana
Muy temprano los castelloneros y visitantes hacían cola en la Plaza Mayor para conseguir la caña y la cintita con la que iban a comenzar su camino hacia la Magdalena. A las 8.00 de la mañana las Reinas de las fiestas, cortes de honor, madrinas y autoridades se reunían en la Concatedral de Santa María para hacer la misa. A las 9.00 de la mañana salía la procesión de los penitentes cerrada por las Reinas de las fiestas, María Mulet Ripollés y Berta Blasco Llidó, y las autoridades.
La procesión recorrió la plaza de la Hiedra, calle Colón, calle Mayor, plaza María Agustina, avenida Capuchinos, Primer Molí y Segon Molí, hasta entrar en los caminos de la huerta que dan acceso a la ermita de San Roc de Canet. Allí los peregrinos paran para almorzar y descansar un poquito. Después del almuerzo continúan su marcha por caminos hasta la ermita de la Magdalena.
El trayecto hacia la romería estuvo lleno de alegría, ilusión y mucha emoción que desprendían los miles de peregrinos. Y estuvo destacado por el buen tiempo, muy agradecido por los participantes.
Una vez en la Magdalena, la gente hacía cola para tocar la campana que corona la ermita. Allí unos se han preparado para comer la monumental paella, mientras otros se comían el tradicional bocadillo de tortilla con habas que horas antes se habían preparado en casa.
Después de comer la multitud iba abandonando la ermita para hacer la Torná por los pequeños caminos pasando por la Basílica del Lledó, porque como dice el dicho “Si baixes de la Magdalena i no passes per Lledó, no eres fill de Castelló”.
