Ros lamenta el voto en contra del PP de la PNL que solicitaba garantizar la conservación y preservación del parque Ribalta por el paso del TRAM

La diputada en el Congreso por Castelló y miembro de la Comisión de Cultura, Susana Ros, ha lamentado el rechazo del PP a la Proposición No de Ley que el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado, y que se ha debatido hoy en comisión de Cultura, la cual instaba al Gobierno a entablar líneas de diálogo y consenso con las administraciones competentes para mantener y garantizar la conservación y preservación del Parque Ribalta por el paso del Tram en su eje central. Ros, quien ha defendido la PNL, ha recordado que "la sentencia del TSJ recoge que la construcción de la plataforma para el paso del TRAM «no respeta las características y valores esenciales del jardín histórico, ni la integridad del mismo».

Además, señala los «perjuicios» causados con las obras, al decir que «altera la estructura urbana y las características generales del ambiente y de la silueta paisajística y arquitectónica del conjunto". "Los magistrados insisten en que introduce en dicho jardín histórico elementos impropios, distorsionantes o inarmónicos, en referencia a la plataforma que lo atraviesa, además, de que el proyecto de la Generalitat Valenciana es contrario a Derecho y vulnera la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano", agrega Ros.

La diputada socialista ha insistido en que "urge un diálogo constructivo con las instituciones para encontrar una alternativa al tránsito del autobús por el interior del parque Ribalta porque puede ocasionar un grave atentado a nuestro patrimonio cultural y paisajístico".

Ros ha querido recordar que distintas plataformas vecinales y movimientos ciudadanos, con más de 20.000 firmas recogidas, se opusieron frontalmente a este proyecto, no sin ofrecer otras alternativas técnicas que sí hacen viable dicho proyecto sin la necesidad de dividir y partir el parque en dos. "Alternativas menos agresivas como es la de bordear el parque por las calles adyacentes, pero que el Ayuntamiento de Castelló y la Generalitat Valenciana continuaron haciendo oídos sordos a todas las advertencias", concluye Ros.