Una mujer marroquí denuncia que su marido retiene a sus hijos en Gaza
Hayat Boudbagh, de 39 años, ha explicado que vio por última vez a sus hijos en El Cairo (Egipto) el pasado 17 de julio, día en que su marido le dijo que iba a acompañar a los pequeños al parque y ya no regresó.
Según el relato de la mujer, su marido la llamó dos días después diciéndole que estaba con los pequeños en Alejandría y asegurándole que volverían, pero a principios del mes de agosto contactó con ella de nuevo para decirle que no los vería nunca más.
"Si te apetece tener hijos, ya puedes casarte y tener otros", le aseguró.
Entonces, Hayat se dirigió a la embajada marroquí en El Cairo y explicó que su marido tenía intención de cruzar la frontera hacia Palestina con su hija de 5 años y su hijo de 4 años.
Según explica, consiguió allí que se dictase una orden judicial que impedía a su marido, Musalam Alhaddad, salir de Egipto, pero éste burló la orden y abandonó el país el 30 de agosto.
Desde ese momento, Hayat ha hablado con él por teléfono pero no con sus hijos, porque asegura que él intenta que los pequeños se olviden de su madre.
Ambos están matriculados, respectivamente, en tercero y en segundo de educación infantil en el colegio Herrero de Castellón, donde ya estudiaron el año pasado.
Hayat ha pedido hoy ayuda al Gobierno de España en las sedes de los Ministerios de Exteriores y de Justicia, pero asegura que le han contestado que España "no tiene nada que ver en todo esto".
Pese a ello, ha presentado una instancia para que se agilice la tramitación de la nacionalidad española de sus dos hijos, ya que cree que, de ese modo, se quedarían sin nacionalidad palestina y "no tendrían cobertura para estar allí".
Además, explica que su marido, con quien lleva casada siete años, pretendía que ella y los niños se fueran a vivir a Palestina, donde él reside con su otra esposa y con algunos de los ocho hijos que tuvo con ella.
"Yo no puedo irme por la situación de Gaza, porque como marroquí no puedo entrar sin visado y porque desde hace ocho años no hay reagrupación familiar", explica Hayat, quien vive en Castellón desde hace diez años y trabaja en esa ciudad como profesora de inglés y de francés en una academia de idiomas.
Hayat lamenta que su marido, de 55 años, es un empresario poderoso en Palestina que "financia a la organización Hamás y consigue así protección", lo que a su juicio dificulta que ella pueda recuperar a los niños.
