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La portavoz del PSPV, Amparo Marco, reclama un esfuerzo de austeridad para asumir la voz de la ciudadanía y reducir costes superfluos en la administración municipal

El PSPV de Castellón propone reducir la flota de coches oficiales a un único vehículo y recurrir a bus, taxi y Bicicas

    El grupo socialista de Castellón plantea al equipo de gobierno y al resto de fuerzas políticas la adopción de medidas contundentes de ahorro municipal. Entre las propuestas que trasladará a la comisión encargada de fiscalizar el gasto de la Corporación, destaca la de reducir la flota de coches oficiales a un único vehículo y recurrir al autobús urbano, a los taxis y al sistema de bicicleta pública (Bicicas).

    “El ciudadano de a pie no entiende que mientras la crisis está disminuyendo profundamente su calidad de vida, los políticos sigan manteniendo privilegios de otros tiempos que tienen un altísimo coste para las arcas públicas”, explica la portavoz socialista. Amparo Marco confía en la receptividad del resto de fuerzas. “Debemos hacer un esfuerzo de austeridad para aligerar la Administración de gasto superfluo y poco ético”, afirma.

    El PSPV propondrá mantener un único coche oficial para los 27 concejales, con prioridad para el uso del alcalde. En la actualidad, el Ayuntamiento cuenta con cinco coches al servicio del equipo de gobierno. Uno de ellos está adscrito a la alcaldía, otro a la vicealcaldía y el resto a los concejales con delegación. En casos excepcionales también han sido utilizados por el resto de ediles.

    “Los castellonenses nos están diciendo desde hace tiempo que quieren un cambio en el comportamiento de los políticos. Los ciudadanos salen a la calle para reclamar solidaridad ante la crisis y debemos oír esa voz de la sensatez para hacerla nuestra y llevarla a las instituciones”, expone Marco. “El Ayuntamiento no debe darle la espalda a la ciudadanía”, añade.

    El coche al servicio de la alcaldía ha supuesto un coste de 76.000 euros desde 2007 y el de la vicealcaldesa, en torno a los 60.000 euros. El método escogido por el Partido Popular para la adquisición de los vehículos es el renting, de manera que el coche es arrendado, pero no pasa a ser propiedad municipal. La empresa arrendataria asume el coste de la reparación de los automóviles. El coste anual de los cinco coches oficiales puede estar en torno a los 50.000 euros anuales.

    El grupo municipal socialista preguntó en septiembre por el uso que los concejales del equipo de gobierno hacen de los coches oficiales. El PSPV denunció que algunos ediles utilizaron este verano este transporte pagado con fondos públicos para desplazarse a sus segundas residencias de Benicàssim y exigió la relación de kilometraje de los mismos. El PP no lo ha negado y anunció que entregaría un informe a la oposición sobre los kilómetros e itinerarios de los vehículos. Un mes después, el documento no ha llegado a manos de la oposición.

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