La manta térmica de la piscina de la UJI genera en cuatro meses un ahorro superior a su coste
Las mantas térmicas instaladas en la piscina cubierta de la Universitat Jaume I, junto a otras medidas de control, han permitido ahorrar, desde el 9 de enero al 30 de abril de 2013, un total de 48.228,65 €, lo que supone que la Universidad ya ha amortizado su coste, que fue de 45.778 €. Las mantas evitan las pérdidas de energía en la superficie del agua de la piscina por efecto de la evaporación y la Oficina Técnica de Obras y Proyectos de la UJI estima que gracias a ellas el ahorro anual en 2013 estará en torno a los 60.000-80.000 €, respecto del consumo del año 2012.
La piscina cubierta es una de las grandes consumidoras energéticas de la UJI. Sólo en gas, el consumo supone el 18% del total del campus y, en electricidad, supone un 10% del total. El coste anual del suministro eléctrico, de agua y de gas, en 2011, ascendió a 212.268 euros.
El cubrimiento de la lámina de agua de la piscina en horarios fuera de uso permite apagar los dos deshumectadores eléctricos y la caldera para calentar el agua.
De esta forma, la piscina sólo permanece abierta 5.000 horas al año, respecto del total de 8.760 horas al año, si se tiene en cuenta los horarios de apertura, el cierre en el mes de agosto, fines de semana y festivos. El ahorro que se generará entre mayo y diciembre supondrá un ahorro directo en la factura energética de la piscina cubierta.
Hay que tener en cuenta que el mayor ahorro se produce en los meses más fríos, puesto que en los meses con temperaturas exteriores más altas, ya se paraban las máquinas, a determinadas horas del día, cuando la temperatura exterior era más alta que la del ambiente.
