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El Ballet Nacional de Cuba representa ‘La Cenicienta’ de Johann Strauss en el Teatro Principal de Castellón

    El Teatro Principal de Castellón acogerá mañana la representación del Ballet “La Cenicienta”, de Johann Strauss, en versión del Ballet Nacional de Cuba. Esta actuación se enmarca dentro de la programación de otoño que ofrece Castelló Cultural.

    “La Cenicienta”, inspirado en el cuento clásico de Charles Perrault, es la única música de Johann Strauss compuesta expresamente para un ballet, a pesar de que otras obras suyas han sido usadas frecuentemente, con éxito, en obras coreográficas.

    A pesar de la popularidad de Strauss, “La Cenicienta” tuvo una existencia escénica muy corta en vida del compositor.

    La versión del Ballet Nacional de Cuba encuentra su origen en el proyecto del coreógrafo cubano Pedro Consuegra, que presentó por primera vez una versión de la obra en 1988, en la Opera de Marsella. Consuegra revisó sustancialmente esa coreografía, y enriqueció los aspectos técnicos y dramáticos. Esta nueva versión, fue estrenada en La Habana el 9 de marzo de 1996.

    Una obra inmortal

    La historia de este cuento inmortal se desarrolla en el Gran Ducado de Luxenstein, en Europa Central, donde el Gran Duque Ottokar organiza un baile de máscaras en los salones del palacio. Léontyne, una viuda extravagante y ambiciosa, ha hecho todo lo posible por obtener una invitación, con el propósito de presentar en la alta sociedad a sus dos hijas, Yvette y Fanchon, en busca de pretendientes acaudalados.

    Las muchachas se distraen mortificando a Greta, apodada por ellas La Cenicienta, quien es hija de un primer matrimonio del difunto esposo de Léontyne.

    Una anciana pide algo para comer y Greta le ofrece unos dulces, pero las dos hermanas llegan y obligan a marcharse a la mendiga. Léontyne y sus hijas parten hacia el palacio y Greta cuenta su pena a dos palomas, sus únicas amigas. De repente, las paredes de la casa desaparecen y la joven se ve rodeada por hadas y palomas; entre ellas Greta reconoce a la anciana, quien le revela que es en realidad Rava, el Hada de la Justicia.

    Rava cumple los deseos de Greta de ir al baile, pero le advierte que sólo podrá estar en la fiesta hasta la medianoche. La humilde Cenicienta, ahora luciendo un lujoso atuendo, parte junto a su protectora, seguida por las hadas.

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