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Compromís traslada al Senado la preocupación por el comportamiento hidrogeológico de la zona incendiada en Carcaixent

Compromís traslada al Senado la preocupación por el comportamiento hidrogeológico de la zona incendiada en Carcaixent
  • El fuego de junio acabó con casi 2.000 hectáreas del término de Carcaixent, que acumula mucha ceniza. Navarrete: “La falta de actuaciones de la Confederación puede agravar los problemas cuando lleguen las lluvias de otoño”

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Compromís traslada al Senado la preocupación por el comportamiento hidrogeológico de la zona incendiada en Carcaixent - (foto 2)

Carcaixent, en la Ribera Alta, vivió el pasado mes de junio el peor incendio que se recuerda en la zona. Fue especialmente devastador, con 2.200 hectáreas calcinadas, de las cuales 1.950 fueron en el término municipal de Carcaixent y que acabó con el 80% de la masa forestal de esta localidad. Los efectos del fuego afectaron a las inmediaciones de un hospital, residencias y urbanizaciones del municipio en una jornada en la que el fuego se cebó con el País Valenciano, como consecuencia –entre otras- del abandono rural por la falta de perspectivas de futuro y algunas malas prácticas que acentuaron el efecto destructivo de las llamas.

“Es una situación ‘de libro’ que hay que abordar cuanto antes por el problema en el que pueden encontrarse los vecinos y agricultores de la zona con la llegada de la lluvia en suelos tan vulnerables como estos y, en materia de aguas y escorrentía la Confederación no parece haber hecho los deberes, siempre son los ayuntamientos los afectados y quienes acaban pagando el pato del mal estado de los barrancos”, ha indicado el senador Jordi Navarrete, que pedirá explicaciones para saber cómo ha previsto el Ministerio abordar el post-incendio y la situación de aguas negras que pueden dejar las próximas lluvias.

Las montañas del término de Carcaixent –y lamentablemente muchas otras como las afectadas en Bolbaite, Sierra de Espadà, Xàbia y otras- son hoy un enorme cenicero a la espera que vuelva a teñirse de verde y pasarán décadas para que recuperen su diversidad y ecosistema mediterráneo. Aún así corren el peligro evidente de la desertificación por las lluvias que en esta zona acostumbran a ser torrenciales en otoño y a expensas de la escorrentía. Expertos en la materia y conocedores de la zona han alertado de la mala situación en la que se encontraban –y que ha quedado agravada tras el fuego- muchos de los barrancos de la zona, que han visto como quedaban repletos de restos de biomasa y ceniza.

Las próximas lluvias pueden poner en jaque la estabilidad de barrancos como el de Barxeta (que viene desde la Pobla Llarga). Este barranco –que se alimenta a su paso por Carcaixent de torrentes locales- ha visto reducido su potencial capacidad de caudal, por la falta de mantenimiento realizada en los últimos años y son previsibles inundaciones en la pedanía de la Cogullada y campos cercanos en caso de fuertes y torrenciales lluvias. Los senadores de Compromís siguen en contacto con personas de las zonas afectadas por los últimos incendios y plantearán las iniciativas necesarias en el Senado.

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