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Los vecinos se quejan reiteradamente de las obras de la calle La Niña

    Vecinos de Calpe que hemos podido contactar, junto con la asociación AEMCO, se quejan sobre las continuas obras de la calle La Niña. Luego de una riada, entre 2007 y 2009 se estuvo en obras de emergencia en esa zona. Sin embargo, la situación vuelve a repetirse sin sentido, ya que aseguran que no hay nada en mal estado, sino que se trata de un "embellecimiento" de la zona que los vecinos consideran que está durando más de lo previsto.

    Según dice un vecino propietario de locales comerciales, en una reunión previa con todos los comerciantes y propietarios de locales se presentó la forma en que se iban a desarrollar las obras y los tiempos, que eran tres meses para la primera fase de la obra. Actualmente han pasado seis meses, y se prevén dos o tres meses más de duración, lo que significaría obras durante todo el verano. Se queja además de que el arquitecto de la obra solo ha aparecido una vez en la obra, y eso no le ha permitido ver diversos errores, como los maceteros con plantas en la parada de autobus que no permitirán que aparque, al igual que las mismas plantas que no dejan a los vecinos del edificio Etxetzurri no salir de su garaje y las evacuaciones de agua, que no son más de cuatro o cinco, son pocas para las lluvias vividas durante esa época. 

    Por su parte, una vecina de la intersección de las calle La Niña con la avenida Ejércitos ESpañoles denuncia que solo dos o tres personas trabajan achicando agua con una máquina de la cual no ve el efecto. Cansada ella, como otros comerciantes, de que sus ventas hayan bajado un 70% respecto al año anterior, no acepta un "ya recuperarán lo perdido cuando la obra esté terminada". Pidió reiteradas veces para poder hablar con el arquitecto del ayuntamiento, que jamás la atnedió hasta que se acercó a la obra por casualidad, y ella le pidió poder realizar una zona de carga y descarga para no entorpecer el tráfico, y su respuesta ha sido escuchada, por lo que espera que se incluya dentro de las obras. "Afganistán" le dice a su calle, a la que se le añade otro problema arquitectónico: los muros que bordean le Río Seco no pueden quedar completamente macizos, ni tener agujeros ínfimos que puedan filtrar agua, ya que de esta manera, la Riada volverá a desembocar en la calle La Niña.

    Desde la AEMCO también se unen a las protestas que tienen importantes pérdidas económicas y de puestos de trabajo, además de las molestias de las obras, un mal diseño en muchas cosas y la ausencia de los responsables y del arquitecto.

     

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