Problemas con la construcción del nuevo colegio de Burriana

Hace un par de semanas se han iniciado las obras del nuevo colegio Cardenal Tarancón que estará situado en uno de los terrenos entre el Centro de Salud I y el Colegio Novenes de Calatrava. Los alumnos del antiguo centro educativo, que lleva desde hace más de siete años en esta zona, están teniendo graves problemas relacionadas con la construcción.

Elperiodic.com ha recibido las quejas de los padres de este centro escolar, ya que las obras interrumpen la vida cotidiana del colegio Novenes de Calatrava a sólo dos semanas de acabar el curso escolar. En primer lugar, el ruido de las máquinas, que empiezan a trabajar sobre las 10.00 horas, entorpecen las explicaciones de las clases y distrae la concentración de alumnos que padecen Trastornos del Espectro Autista, una enfermedad más conocida como TEA.

Pero uno de los problemas más graves que produce la maquinaria de las obras es el polvo que levanta, que inundan todo el patio del colegio de suciedad. Los operarios de la construcción han intentando prevenir esta humareda tapiando la valla con tela, pero han dejado una de las zonas descubierta. Este inconveniente se incrementa a la hora en que los niños salen al recreo. La mayoría de ellos, por curiosidad, se acercan a la verja para ver el funcionamiento de las maquinarias; muchos de ellos padecen problemas respiratorios, alergias y otras enfermedades de este tipo. Durante estas semanas, todos los alumnos que padecen estos problemas de salud han visto agravado su estado por culpa del polvo.

Además, el levantamiento de la tierra y la limpieza del terreno han llevado consigo la aparición de plagas de roedores, de abejas e insectos que afectan también al centro escolar de Novenes de Calatrava por cercanía.

Los padres de los alumnos ya han pedido explicaciones al Ayuntamiento, pero no han recibido ningún tipo de solución. Por su parte, el director del centro también tiene las manos atadas, ya que es competencia de la Conselleria de Educación.

Por lo que parece, tanto los profesionales de la escuela como las familias van a tener que solventar este problema durante estas dos últimas semanas lectivas del curso. Aunque esperan que puedan conseguir aplazar el horario de comienzo de la jornada laboral de las obras para que la vida del centro vuelva a la normalidad.