Posponen hasta el 3 de enero el derribo de tres alquerías de L'Hereu pese a que un tractor pala ha acudido al lugar para iniciar los trabajos

El derribo de las alquerías de L’Hereu previsto para esta mañana, con la intención de desbloquear la urbanización industrial D-3.3, se ha pospuesto hasta el lunes 3 de enero, tras el acuerdo alcanzado entre las partes. A las 11 de la mañana, como estaba previsto, se han presentado en el lugar, situado en lo que será la confluencia del carrer L’Argila con la avenida del Transport, técnicos y operarios del agente urbanizador, Urbasur siglo XXI, con la intención de llevar a cabo el derribo autorizado por el Juez. Instantes antes, una docena de agentes de la Policía Local ya se habían personado en el lugar para controlar la situación, y evitar posibles incidentes.

En la primera alquería de la carretereta de l’Hereu se afanaban todavía en sacar enseres y cargarlos en un remolque antes de que un tractor pala apostado enfrente de los inmuebles iniciara las labores de derribo. En la edificación situada justo en medio del lugar, donde debe pasar el vial, había al menos quince personas de origen rumano - hombres, mujeres y niños -, expectantes, ante lo que pudiera pasar, pero sin demasiadas intenciones de abandonar su residencia, de la que eran propietarios, puesto que salía humo de la chimenea.

En la tercera alquería se encontraba su propietario, asistido por un asesor legal, al que acompañaban varios vecinos de l’Hereu y la concejala de CIBUR, Mariola Aguilera, que durante esta legislatura se ha erigido como portavoz de las quejas de los propietarios de esta zona.

El último en comparecer, y que al final ha sido el que ha propiciado el acuerdo de trasladar la fecha, ha sido el Ingeniero Municipal, José Luis Monfort, quien en compañía del asesor legal de uno de los propietarios ha leído detenidamente la sentencia del Juez en la que autorizaba la demolición de dos alquerías completas, pero de la situada más hacia el este, sólo se podían ocupar 40,95 m² de la vivienda, resultando imposible determinar con exactitud el área a derrocar con un tractor pala. Finalmente, se ha acordado que el vecino afectado levantará una pared interior ajustándose a la línea autorizada, durante los cuarenta días que faltan, hasta el 3 de enero, y también se aprovechará este periodo para efectuar amojonamientos, mediciones y derribos de vallas, ampliando también al resto de alquerías el plazo para que vacíen por completo los inmuebles.

Por parte de los representantes de la empresa se ha insistido en que las indemnizaciones están pagadas desde hace dos años. En algunos casos, han comentado, las compensaciones se han incrementado con cantidades destinadas al realojo, dado que en el caso de los residentes extranjeros están empadronados allí, por lo que no tenía sentido aplazar algo que de lo que había perfecto conocimiento.

El asesor de uno de los vecinos insistía en que “con esto de los PAI obligan a la gente a entrar en un negocio que es ruinoso, porque a cambio de ceder lo que es suyo, y después de pagar cuotas de urbanización, les dan un solar que no van a poder vender, porque la situación es la que es... Y si existe un interés social por abrir una calle o una avenida, en beneficio de la comunidad, que la expropien, como han hecho siempre, pero que no obliguen a la gente a arruinarse”.

Cabe recordar que este sector industrial tiene 73.734 m², y que se encuentra paralizado a expensas de poder derribar los inmuebles referenciados, que impiden dar salida a la ampliación del carrer l’Argila hasta la avenida del Transport. Con anterioridad, a finales de los noventa, ya se ejecutaron la D-3.1 y la D-3.2, de 15.794 m² y 14.864 m², respectivamente. El principal interés de esta urbanización estriba en la apertura de 510 metros de la calle l’Argila, paralela a la carretera de Nules.