Multitudinaria participación en la Fiesta de la Merced

El festejo de la patrona de uno de los barrios con más tradición de nuestra ciudad, la Merced, tuvo lugar como es tradicional en el día de ayer ante una multitudinaria muchedumbre que asistía en masa a la procesión y el previo espectáculo ofrecido por los cabezudos. Cabe destacar que la Virgen estuvo nuevamente custodiada por los cuatro gigantes miembros de la cofradía quienes ofrecieron bailes populares a todos los presentes ofreciendo un bonito espectáculo.

La misa mayor en honor de la Merced se celebró a las 19:00h y fue oficiada por el párroco, D. Francisco Tormo, contando además con la participación en la homilía de D. Joaquín Tejedo. En la misa estuvo presente una nutrida representación de autoridades, entre las que destacaba el alcalde de la ciudad, José Ramón Calpe, así como las Reinas Falleras de la ciudad, Sara Ros y Rocío Tormos, y la comisión y falleras de la Falla La Mercé dado el arraigo que tienen a su propia parroquia al igual que todo el barrio.

Al terminar la eucaristía, iba tomando forma el cuerpo de la procesión que recorría las calles entre el numeroso público que no dejaba en ningún caso a la Virgen sin compañía.

En primer lugar, se hallaban los cabezudos los cuales cabe señalar salieron también el jueves a dar juego a los más jóvenes de cada casa. Seguían detrás de ellos los cuatro gigantes de la Asociación de Gigantes y Cabezudos de Burriana: Mercedes, Blai, Mercedetes i Blaiet, quienes estaban acompañados por la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Borriana, quienes les marcaban el ritmo para bailar la tradicional “volteta”, baile típico que fue aplaudido por el público. Abría el paso a continuación la cruz, a quien seguían los fieles que portando cirios acompañaban gustosos a su Virgen. Tras ellos llegaban las comisiones falleras de la localidad siendo Cazadores, Escorredor, Sant Josep, Ravalera, Don Bosco y la Merced, las comisiones participantes; de igual modo participaba del festejo la Reina Fallera, Sara Ros, y la Reina Fallera Infantil, Rocío Tormos, acompañadas ambas por sus Cortes de Honor y Damas de la Ciudad. Seguían los presidentes y/o representantes del resto de cofradías y hermandades de la localidad. Este gran cortejo precedía a la imagen imponente de la Virgen de la Merced, patrona de todos los cautivos, tirada por cuadro niños que con el atuendo tradicional representaban a los presos. La imagen a la que estaba además custodiada por las camareras de la cofradía que como de costumbre aportaban la apropiada ceremoniosidad. Cerrando la procesión se hallaban además del párroco las autoridades y miembros de la política local. Marcaba el punto y final de la misma la Banda Filharmónica Burrianense que se mantuvo todo el recorrido con temas solemnes tal y como se requiere.

Como fin de la celebración se ofreció una traca, tal y como se hace tradicionalmente a la llegada de la Virgen al templo mientras ésta observaba atentamente. Volvía a entrar en la casa de Dios la Virgen de la Merced sin dar la espalda a su pueblo, donde los miembros de la cofradía le dedicaron unas salves para dar por terminada la velada.