Dos años después, someten a debate el segundo borrador de la Ordenanza General de Convivencia Ciudadana

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burriana entregó el lunes a los partidos de la oposición el segundo borrador de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana que se redacta en la presente legislatura. El primero, que no llegó a entrar en vigor, fue aprobado por el PP y CIBUR – con la oposición del PSOE y CV –  en el pleno del 31 de julio de 2008. En esta ocasión, de los 49 artículos del borrador anterior, se pasa a sólo 30, si bien el documento ya viene acompañado por un borrador del reglamento para el ejercicio de la potestad sancionadora, que es el que permitirá finalmente su aplicación.

El régimen de sanciones se divide en infracciones leves, con multa de 120 a 750 euros; graves, de 750,01 a 1.500 euros; y muy graves, de 1.500,01 a 3.000 euros. Entre estas últimas, podemos citar realizar grafitis sobre monumentos o edificios protegidos, como ha ocurrido en alguna ocasión en la iglesia de la Mercé; o colocar carteles o adhesivos en las señales que imposibiliten una correcta visión de los conductores o peatones.

No obstante, la mayoría de las conductas prohibidas tipificadas son constitutivas de infracción leve, proponiéndose multas de hasta 400 euros. Es el caso, por ejemplo, de la prohibición de mantener relaciones sexuales en los espacios públicos en todo el territorio del término de Burriana, “aunque se realicen en el interior de los vehículos”. U ofrecer servicios sexuales en el espacio público, y en particular cuando dichos servicios se lleven a cabo en espacios situados en zonas residenciales o a menos de 200 metros de distancia de los centros educativos y de las zonas comerciales, empresariales o industriales.

La ordenanza propone prohibir la práctica de la mendicidad y el ofrecimiento de cualquier bien o servicio a las personas que se encuentren en el interior de vehículos privados o públicos. Se consideran incluidos en esta prohibición, la limpieza de los parabrisas de los automóviles detenidos en los semáforos o en la vía pública.

Además, la ordenanza propone penalizar la acampada, incluyendo caravanas y autocaravanas que permanezcan más de veinticuatro horas en la misma zona de estacionamiento; cambiar el aceite o lubricantes, reparar, lavar, limpiar de residuos o engrasar los vehículos en la vía; realizar necesidades fisiológicas (defecar, orinar o escupir) en los espacios públicos; sacudir prendas o alfombras y el tendido o exposición de ropas utilizando balcones, ventanas, antepechos o terrazas exteriores; instalar, sin las medidas de seguridad necesarias para evitar riesgos a los viandantes, macetas u otros elementos en los alféizares de las ventanas o balcones; regarlos o manipularlos permitiendo que el agua sobrante o los residuos caigan en la vía pública; arrojar o depositar residuos, desperdicios, restos y cualquier otro tipo de basuras y escombros en los espacios públicos; o impedir, dificultar o usar indebidamente los juegos ubicados exclusivamente para los niños, cuando cualquiera de estas acciones se lleve a cabo por personas que no detentan tal condición.

Podrá sancionarse hasta con 1.500 euros la práctica de juegos que impliquen un riesgo relevante para la seguridad de las personas o los bienes, y, en especial, la circulación negligente o temeraria con patines, monopatines, bicicletas, minimotos o similares por aceras o lugares destinados a peatones.

Asimismo quedará prohibido realizar todo tipo de graffiti, pintada, mancha, garabato, escrito, inscripción o grafismo, con cualquier materia (tinta, pintura, materia orgánica, o similares) o bien rayando la superficie, sobre cualquier elemento, equipamiento o instalación.

 Esta ordenanza es una promesa electoral del Partido Popular, que incluso llego a establecerla dentro de sus diez principales prioridades. Calpe ha insistido en la necesidad de aprobar una normativa centrada en primar el comportamiento cívico.