Fallece a los 89 años de edad el gran salesiano Don Antonio Pastor Doménech, Hijo Adoptivo de Burriana

Hoy, alrededor de las diez de la noche, nos ha dejado el gran salesiano don Antonio Pastor Doménech. Un hombre santo, de una bondad infinita, al que han querido generaciones de burrianenses y que como decimos por estas tierras: “se'n va deixant la ratlla feta”.

El 31 de enero de 2009, profundamente emocionado, don Antonio recibió el más caluroso de los homenajes durante el acto en el que se le reconoció como Hijo Adoptivo de la ciudad. De aquel día recuerdo que no cabía un alma en el salón de sesiones y que finalizó su discurso con un ¡Viva Burriana!, que hacía tiempo que no escuchaba con tanta convicción, y que verdaderamente le salió de las entrañas.

Antonio Pastor Doménech nació en Alcoi el 14 de diciembre de 1920, aunque la mayor parte de su vida la pasó en Burriana, su ciudad de adopción, cumpliendo con un servicio cristiano y un compromiso social con varias generaciones de jóvenes y niños en la Obra Salesiana de Burriana. Llegó para una sustitución de una semana, el 24 de febrero de 1951, y se quedó con nosotros durante 60 años.

De los 30 hasta los 89 años, edad en la que ha fallecido, don Antonio Pastor trabajó en Burriana por la educación de centenares de niños y jóvenes de la ciudad y de poblaciones vecinas, no sólo a nivel de relación profesor-alumno, sino más allá, llevando como enseña su espíritu salesiano e inculcando valores sociales y humanos que lo han caracterizado desde siempre, para hacer de esos niños “buenos cristianos y honrados ciudadanos”, siguiendo la máxima de Don Bosco. Esa fue su vocación.

Su labor de cercanía le hizo ver en el patio, en contacto directo con los alumnos, sus necesidades reales, sobre todo de los más desfavorecidos, algo que supo captar y atender como nadie.

La sociedad de Burriana debe agradecer a don Antonio Pastor Doménech el haber trabajado infatigablemente por el bien de su gente, por la educación de sus niños, jóvenes y de cientos de hombres y mujeres, sin pedir nada a cambio, únicamente por vocación, por convicción y por principios humanos, que tan bien supo transmitir a quien se acercó a pedirle un consejo, a hablar de cualquier tema, o simplemente a saludarle.

Sin duda, el sepelio que se celebrará el próximo lunes a las 12 del medio día en la parroquia de María Auxiliadora será un multitudinario homenaje a un hombre sencillo y bueno al que nunca olvidaremos. El féretro de don Antonio Pastor será expuesto al público a partir de mañana, domingo 25 de julio, a las doce del medio día, en el colegio Salesiano.