Dos informes de intervención municipal llaman la atención sobre la situación económica del Ayuntamiento

La concejala del PSPV-PSOE Cristina Rius advierte que el incumplimiento del Plan de Saneamiento Financiero “es preocupante, pero no sólo porque la liquidación arroje un saldo negativo, lo peor es que no se incluyen las facturas pendientes de pago.”

La edil subrayó que al no contabilizarse las obligaciones pendientes con proveedores en el 2009, el déficit se reduce, pero se siguen debiendo y tal como van las cosas será difícil que el Ayuntamiento tenga capacidad de pago.

También aludió a la medida adoptada el pasado año por el Gobierno Central, que permitía a las administraciones solicitar préstamos para hacer frente a las obligaciones contraídas con proveedores, sin que existiese consignación presupuestaria previa, y destacó que esta circunstancia extraordinaria permitió pagar facturas sin crear más perjuicio económico a las empresas que trabajan con el ayuntamiento.

Rius matizó que se habría cumplido el objetivo si las liquidaciones presupuestarias se hubiesen saldado con equilibrio o superávit.

Otro aspecto a destacar del informe sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria en el ejercicio de 2009 es la advertencia de que en aplicación de la normativa quedan exentas de presentar planes económicos –financieros de reequilibrio, las entidades locales (ayuntamientos) que liquiden sus presupuestos con un déficit igual o inferior al 5,17% de los ingresos no financieros. No es este el caso del Ayuntamiento de Borriana puesto que se supera ampliamente este porcentaje y se sitúa en el 6,45%.

La concejala socialista opina que las medidas que se propuso el equipo de gobierno para sanear la economía municipal “no se han cumplido, a excepción de la subida de impuestos, y como siempre son los ciudadanos los que acaban pagando la mala gestión.”