Los Reyes Magos llenan de ilusión las calles de Burriana

Miles de niños de Burriana han recibido ilusionados a los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, y su Cartero Real, el Chamberlán, que han llegado esta tarde en yate al muelle del Puerto, rodeados de un cortejo de personalidades que les acompañaba en su visita a la Iglesia del Puerto donde les recibió su Párroco para que pudieran adorar al niño Jesús que allí les esperaba en su modesto pesebre.

Tras saludar a los cientos de niños que han ido a verles llegar se han trasladado en unos flamantes descapotables precedidos por la Policía Local que anunciaba su llegada como es debido, hasta el almacén municipal de Burriana donde la cabalgata real esperaba preparada su llegada. Poco después de las seis de la tarde, ha comenzado la cabalgata, gracias a la cual han podido recibir el afecto de los más pequeños, a los que han lanzado caramelos y los mejores deseos como gratitud a las inocentes sonrisas de todos los presentes que hoy eran más buenos que nunca. Las tres carrozas iban precedidas de los motoristas burrianenses, un grupo de animación de muñecos, un trenecito infantil lleno de niñas con triciclo, camiones con los juguetes a repartir y la requerida cesta elevadora, por la que accederán a balcones y ventanas.

El recorrido discurrió por la Avenida Jaime I, l’Escorredor y el Raval, para finalizar en El Pla y Plaça Major. Nada más llegar a la plaza del Ayuntamiento se han arrodillado ante el Niño Jesús del Nacimiento instalado frente a la Iglesia de El Salvador para ofrecerle oro, incienso y mirra, como manda la tradición que iniciaron en el Portal de Belén para venerar la llegada del nuevo Rey Cristiano. Melchor, Gaspar y Baltasar han sido recibidos a la puerta de la Casa Consistorial por el alcalde, José Ramón Calpe, que les ha dado la bienvenida y les ha entregado la llave que abre las puertas de todas las casas de la ciudad ante todos los ciudadanos para que así puedan abrir todas las casas y lleven a cabo su reparto de juguetes sin ningún impedimento.

Ya para terminar Sus Majestades pronunciaron unas palabras a los emocionados niños y adultos que escuchaban atentos, pidiéndoles que se acostaran pronto, que les dejaran leche y agua para los camellos que estaban muy cansados, que se portaran muy bien como habían hecho hasta ahora y que al acostarse dejaran también un juguete que ya no quisieran para que SS.MM. tuvieran más regalos para repartir a los más desfavorecidos en un año que recordó a todos había sido complicado.

Para finalizar unas carcasas de fuegos artificiales, más austeras que en otras ediciones, despidieron al cortejo de SS.MM. para que iniciaran tan duro trabajo que les esperaba a lo largo de la noche.