La escollera del faro sigue deteriorándose sin que se tome ningún tipo de medida

La escollera de levante de la dársena de Burriana se ha convertido en el suburbio del puerto por falta de mantenimiento de su actual propietaria: la Generalitat Valenciana.

El glamour de la escollera de poniente con la Marina Burriana Nova, y la zona de ocio que acoge el moderno edificio social, ejerce un fuerte contraste con la escollera de levante, que en determinados tramos se cae a trozos, desprendiendo en verano un fuerte olor a orín como consecuencia de que no existen servicios públicos para los cientos de aficionados que acuden a pescar.

La prolongación de la escollera de levante, construida justo antes de iniciarse la guerra civil, apenas ha recibido mantenimiento durante sus casi 75 años de vida. Todo lo contrario que la escollera de poniente que fue sometida a una profunda reforma entre 1997 y 1999, y en la que se inauguró una nueva y moderna Marina el año 2007.

La apuesta que se ha hecho desde la Generalitat en el Puerto de Burriana desde los años 80 hay que reconocerla. Todos recuerdan el aspecto grasiento de esta infraestructura cuando estaba instalado el desguace. Durante los mandatos socialistas en la Generalitat, siendo consellers Rafael Blasco y Eugeni Burriel, se hicieron importantes obras en el puerto, que empezó a cambiar de aspecto. Desapareció el desguace, se construyó la Cofradía de Pescadores y una nueva lonja. Ya gobernando el PP, y siendo conseller Luis Fernando Cartagena, se derribó el murete que separaba la zona portuaria de la Avenida del Mediterráneo y en 1997 se ejecutó un importante proyecto de rehabilitación de la escollera de poniente cuyas obras se iniciaron en abril de 1997 y que se pararon durante un tiempo al haber quebrado la empresa adjudicataria, por lo que se terminaron en 1999 siendo ya conseller José Ramón García Antón. Las obras consistieron en ampliar la anchura de toda la escollera, concretamente en la parte que recae a mar abierto. Esto permitió también ensanchar el pequeño paseo elevado por el que transitan los peatones, incluyendo al final del mismo un pequeño mirador. Este proyecto se vio completado recientemente con la construcción de la Marina, que junto al Club Náutico, también ampliado, confieren al puerto de Burriana un aspecto moderno, a la altura de cualquier ciudad turística.

Sin embargo, la escollera de levante, también conocida como la del “faro”, nada tiene que ver con ese entorno a causa de su deterioro, por lo que en estos momentos exige una profunda reforma, no para alcanzar el nivel de refinamiento de la escollera de poniente, pero sí para situarse en los tiempos actuales.