Los termómetros de la ciudad marcan temperaturas por encima de los 40º
Las temperaturas máximas en los últimos diez años son las siguientes: 1999, 35º, el 9 de agosto; 2000, 34º, el 17 de junio; 2001, 34,5º, el 30 de agosto; 2002, 36º, el 9 de septiembre; 2003, 42,5º, el 21 de junio; 2004, 38º, el 20 de agosto; 2005, 41º, el 24 de junio; 2006, 38,5º, el 16 de julio; 2007, 36º, el 30 de agosto; y 2008, 40º, el 13 de agosto.
RECOMENDACIONES SANITARIAS CONTRA EL CALOR
Protegerse del calor:
Evitar las salidas y las actividades en las horas más calurosas (generalmente entre las 2 y las 6 de la tarde) y más aún las actividades físicas como deportes y trabajos que requieran un importante esfuerzo físico.
Si es necesario salir de casa a esas horas, buscar la sombra y llevar agua. Ponerse un sombrero, utilizar ropas ligeras y amplias y de color claro (de algodón a ser posible).
Cerrar las persianas y las cortinas de las fachadas expuestas al sol.
Mantener las ventanas cerradas cuando la temperatura exterior sea superior a la temperatura interior. Abrirlas por la noche, provocando corrientes de aire.
Refrescarse:
Permanecer dentro de vuestra casa en las habitaciones más frescas.
Ducharse o bañarse varias veces al día o humedecer el cuerpo.
Beber y comer regularmente:
Beber líquidos en abundancia, incluso sin sed: agua, zumo de frutas.
No tomar alcohol.
Comer como de costumbre. Hacer varias comidas al día, incluyendo frutas y verduras (salvo en caso de diarrea).
Evitar comidas copiosas.
Pedir consejo al médico. Sobre todo si se toman medicamentos, o si aparecen síntomas no habituales.
No dudar a la hora de ayudar o pedir ayuda. Pedir ayuda a un pariente o a un vecino si el calor os hace sentiros mal.
Informarse del estado de salud de las personas mayores de vuestro entorno que vivan solas, o tengan una situación de fragilidad o dependencia, y ayudadles a comer y a beber.
¿QUE RIESGOS CORREMOS CUANDO HACE MUCHO CALOR?
La exposición a fuertes calores constituye una agresión para el organismo. Corremos el riesgo de deshidratación, agravamiento de enfermedades crónicas o de sufrir un golpe de calor.
Algunos síntomas que deben alertarnos:
Calambres musculares en los brazos, las piernas o el vientre…
Agotamiento, más grave, que puede manifestarse por aturdimiento, debilidad e insomnio inhabitual.
Si aparecen estos síntomas:
Es necesario suspender toda actividad durante varias horas, refrescarse y descansar en un lugar fresco, beber agua, zumos de frutas…
Consulte al médico si estos síntomas persisten o se agravan.
Un riesgo grave: el Golpe de Calor:
Puede sobrevenir cuando el cuerpo no llega a controlar su temperatura que aumenta entonces rápidamente.
Se detecta por:
Una agresividad desacostumbrada
Piel caliente, roja y seca
Dolores de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa
Confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento
Los deportistas, los trabajadores manuales expuestos al calor, los lactantes, las personas mayores, las personas con alguna minusvalía o enfermedad crónica son particularmente sensibles a los golpes de calor.
Si observa que una persona padece un golpe de calor
Pida ayuda llamando al 112
Mientras tanto:
Lleve la persona a un lugar fresco
Hágale beber
Quítele la ropa
Rocíe su cuerpo con agua fresca o póngale sábanas húmedas
Provoque corrientes de aire.
¡Siempre hay alrededor de nosotros algún anciano que vive solo y puede estar en una situación comprometida, incluso en peligro a causa del calor!
ese termometro nunca marca lo que toca,creo que esta de adorno.