El redactor del Plan Especial, Francisco Taberner, propone el granito para peatonalizar y pavimentar las aceras del casco histórico

El redactor del Plan Especial de Protección de la Ciutat Vella y el entorno de Sant Blai de Burriana, el arquitecto Francisco Taberner Pastor, ha recomendado hoy durante la presentación pública que ha tenido lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento que como pavimento de las calles del casco histórico se utilice la piedra en forma de adoquín, y para las aceras o peatonalizaciones “el granito, por su gran pureza, y porque con el uso se va oscureciendo y disimula la suciedad y los chicles pegados, que se ven más sobre otro tipo de superficies”. La diferencia estriba en que un metro cuadrado de granito (unos 23 euros),  cuesta dos veces más que un metro cuadrado de terrazo (7 euros). Con esos precios lo que no sería lógico, como ocurre en la actualidad, sería perforar asiduamente la acera o la vía pública para instalar todo tipo de canalizaciones e instalaciones, por lo que Taberner sugiere, a sabiendas de que es un sistema muy costoso, que habría que abordar poco a poco, a largo plazo, la construcción de galerías subterráneas peatonales por las que discurrirían las conducciones actuales y las futuras, sin necesidad de tocar la superficie. Esta es la solución adoptada en los principales cascos históricos de Europa, donde existe un predominio del granito en el pavimento. El plan especial incide en que hay que unificar criterios a la hora de emplear elementos y materiales en los espacios públicos al objeto de seguir siempre los mismos criterios de actuación.

A la presentación del Plan Especial del Casco Histórico apenas han asistido veinte personas, entre ellas el alcalde, José Ramón Calpe, el concejal de Urbanismo, Javier Perelló, el de Cultura, Enrique Safont, el arquitecto municipal, Ramón Miravet, varios ediles más del Partido Popular y el líder socialista Ramon Monferrer. Y ello a pesar de que desde la alcaldía se remitieron decenas de cartas invitando a entidades culturales y asociaciones de la ciudad. El alcalde, José Ramón Calpe, ha constatado el poco interés de los ciudadanos cuando se someten a información pública estos temas, a menos que se tenga un interés muy particular en el asunto.

El Plan Especial pretende desarrollar una normativa en un ámbito concreto, como el de la Ciutat Vella, que permita el control de todo lo que se va a hacer. Por una parte incluye una memoria justificativa, una normativa con texto articulado, un catálogo con un fichero, inventariando los edificios que tienen un valor y que se dividen en tres grupos; los de interés integral, que son tres: la casa de Bernabé Peris (Club 53), el Círculo Frutero y el Mercado; luego están los de interés parcial en los que se obliga a mantener determinados elementos como las fachadas modernistas, que incluyen 55 edificios; por último están los edificios de protección ambiental, que se han de respetar por su carácter envolvente dentro de su entorno, bien por sus alturas, su cubierta de teja, etc., que suman otros 93 edificios. Además están los bienes de interés cultural (BIC) de la iglesia de El Salvador y el exconvento de la Mercè, y los bienes de relevancia local (BRL) como Sant Blai, los Carmelitas o las Dominicas. En total suman 158 edificios protegidos en el catálogo.

El Plan Especial genera un Área de Rehabilitación Urbana (ARUD) que permitirá obtener facilidades y ayudas para la rehabilitación de edificios.

También regula las obras de conservación, restauración y reforma compatibles con el nivel de protección. Define usos y actividades compatibles con el carácter de la zona. Establece una normativa para la publicidad y rótulos de servicios públicos. Regula las antenas de televisión y dispositivos similares en los tejados, las instalaciones eléctricas, telefonía o de cualquier naturaleza, proponiendo canalizaciones subterráneas. También establece como se han de hacer las nuevas fachadas para que armonicen con el resto, teniendo en cuenta texturas y colores, sin desmerecer al conjunto que se pretende proteger. Asimismo incide en los espacios públicos, el establecimiento de áreas peatonales, de circulación y estacionamiento.

El Plan Especial pretende mantener la estructura urbana y arquitectónica del conjunto y las características generales del ambiente y la silueta paisajística. No se permitirán modificaciones de alineaciones salvo que contribuyan a la mejor conservación del conjunto.

El planeamiento puede dejar fuera de ordenación edificios que si bien no se van a derruir, sí existe una predisposición a que se extingan como la finca adosada a la iglesia de Sant Blai.

El documento incluye un repertorio de acabados y una carta de color.

Respecto a las parcelas del Casco Histórico se propone una ocupación del 80 % de la superficie para mantener la estructura tradicional de patios interiores.

Para Francisco Taberner, Burriana tiene un trazado medieval importantísimo, con edificios de gran interés como consecuencia del emporio de la naranja, algunos de ellos de gran singularidad y que no tienen parangón en todo el territorio nacional.

El Plan Especial, una vez informado por los técnicos municipales, podría aprobarse en el mes de septiembre. Se someterá a información pública por espacio de dos meses y se remitirá a la Consellería de Cultura, cuyo trámite podría durar seis meses. Todo el documento, planos incluidos, se podrá consultar en el Ayuntamiento y en la página web municipal, tal y como ha informado el alcalde, José Ramón Calpe.