La Generalitat promueve en Burriana el acogimiento familiar
El acto, al que asistió la concejal de Servicios Sociales, María Ángeles Vicent, estuvo presidido por el secretario autonómico de Familia y Coordinación Social, David Calatayud, quien participó en una mesa redonda con el fin de difundir este recurso de protección y motivar a las familias y personas que deseen convertirse en acogedoras.
Calatayud destacó que siete de cada 10 menores con dificultades protegidos por la Generalitat Valenciana, son integrados en un ambiente familiar a través del Programa de Acogimiento familiar impulsado por la conselleria de Bienestar Social. Concretamente, ha señalado que un total de 267 menores fueron acogidos por familias en la provincia de Castellón durante el pasado año 2008, de los cuales, 235 estuvieron en familia extensa, 32 en familia educadora.
El psicólogo Javier Romeu dio a conocer la fórmula del acogimiento familiar a los asistentes y destacó la necesidad de este recurso para permitir el desarrollo personal y social de aquellos menores cuyas familias no saben, no pueden o no quieren atenderlos y educarlos. Asimismo, Romeu explicó el carácter temporal del acogimiento familiar, que tiene como finalidad el retorno del menor a su familia de origen.
Al acto asistieron varias familias acogedoras, que comentaron su experiencia y trasladaron al público su satisfacción y su esfuerzo en esta acción. Calatayud quiso reconocer en nombre de la Generalitat la implicación de estas familias, "a la que se les valora su aptitud, se les exige formación, y valoradas se inscriben en el Registro de Familias Educadoras. Hemos de involucrar más a los ciudadanos, dar a conocer este recurso. Hemos de visualizar más el reconocimiento social e institucional que, sin duda, tienen y merecen", expresó el secretario autonómico.
El acogimiento familiar es una medida de protección que adopta la entidad pública competente en materia de protección de menores (en este caso la Generalitat, a través de la Conselleria de Bienestar Social), como forma de ejercicio de la guarda, mediante la cual se otorga el cuidado de un menor a una persona o núcleo familiar, con la obligación de velar por él, tenerlo en su compañía, alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral, con el fin de integrarlo en una vida familiar que sustituya o complemente temporalmente a la suya de origen.
