Retiran cientos de residuos de plástico del Clot de la Mare de Deu

La empresa contratada por el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Medio Ambiente que dirige Juan Granell, para la limpieza del paraje natural municipal del Clot de la Mare de Deu, está desde la semana pasada limpiando de plásticos y residuos la lámina de agua del también llamado Estany de la Vila. Es una tarea que se repite año tras año, pues son cientos de kilos de basura los que llegan a flotar en la superficie del estanque, cuyo bosque de ribera empieza a ser visitado con mayor frecuencia a partir de la llegada del buen tiempo, entre quienes practican deporte o pretenden disfrutar de un paseo placentero.

El principal punto de contaminación del Clot, tanto de residuos sólidos como componentes químicos fosforados, que son los causantes de la eutrofización que desequilibra el ecosistema, son las tres acequias que desembocan en el Clot: concretamente, uno de los ramales de l’Ull de la Vila, que desemboca cerca de la ermita, justo a la altura del vial por el que se accede al paraje desde la carretera del Grao; la acequia del Palau, que desemboca en la parte opuesta, justo en la última curva, antes de llegar a la desembocadura; y la del Molí Nou, a través del brazal de la Palafanga, que desagua justo al lado de la del Palau.

Desde hace más de veinte años que se está planteando la necesidad de desviar estas acequias para evitar la contaminación, ya que el Clot se abastece de agua de un manantial situado en su cabecera, por lo que si bien el agua de los excedentes de riego podría resultar beneficiosa para aumentar el caudal ecológico, en realidad resulta muy contraproducente.

Los residuos sólidos, que normalmente son los que más molestan a los amantes del Clot, y que suelen ser los que más críticas reportan al Ayuntamiento, por ser los más visibles, son quizá los de más fácil solución, pues aunque haya que dedicar dinero y esfuerzos para retirarlos con una barca, es posible eliminarlos.

No ocurre lo mismo con los componentes químicos fosforados que como muy bien explica el profesor Roberto Roselló en su libro “Estudi botànic de l’estany de la Vila (Borriana)”, provoca la eutrofización que se origina por la contaminación del agua a causa del vertido de sustancias fertilizantes, especialmente aquellas que contienen fósforo. Esta fertilización causa una productividad y crecimiento anormal en todo el ecosistema de componentes como el “llimac” de la superficie, proliferando también los microorganismos que enturbian el agua y acaban por consumir todo el oxígeno. El fósforo se encuentra en los productos químicos agrícolas, que cada vez se emplean menos por la crisis citrícola, en residuos industriales y en jabones y detergentes de aguas residuales urbanas. Éstas son precisamente las que están provocando un mayor desequilibrio últimamente, y concretamente, tal y como se ha denunciado de manera reiterada, provienen de Vila-real.

Según nos mostraron los celadores del Sindicato de Riegos, hace escasos meses, el principal punto de vertido es el Barranquet de Vila-real que discurre tapado por las calles Josep Ramón Batalla y Cardenal Tarancón. En alguna de sus intersecciones, con el Raval del Carme o Pius XII, tiene un rebosadero que cuando existe mucho caudal salta hasta llegar a la avenida Europa, donde la canalización queda al descubierto hasta el lateral de los campos federativos. En este punto, las paredes de hormigón del Barranquet se acaban y el agua pasa en tromba por debajo del terraplén de la N-340, desde el que se divisa el Hospital de la Plana, a través de unos tubos de hormigón. Salvado este obstáculo, el agua anega una amplia zona situada junto al aparcamiento del centro sanitario - que se encuentra llena de residuos de papel arrastrados por el agua - y se canaliza a través de diversas acequias, principalmente la del Canyaret, que tras pasar por debajo de la Tanda, y ya en termino de Burriana, cruza la CV-185, justo antes del pequeño polígono del Matadero Comarcal, y enlaza con la acequia del Palau, cuyo punto final es el Clot de la Mare de Deu.

El problema se resolvería si se desviaran las acequias, lo cual deberá suceder con la del Palau y el Molí Nou cuando se urbanice el Golf Sant Gregori, sin embargo, en estos momentos, la Consellería de Infraestructuras y Transporte, a través de la empresa Ocide, está construyendo la canalización del Barranquet de Vila-real, de tres kilómetros en línea recta, comenzando desde el terraplén elevado de la N-340, situado junto al Hospital, hasta empalmar por el barranc de Ratils con el río Anna; exactamente, justo un poco antes de la Bota, junto a la cual está la depuradora municipal de Alqueries.

Se insiste en que por esa nueva canalización sólo se evacuarán las aguas pluviales de Vila-real, pero en Burriana recelan de que en realidad va a bajar canalizada hasta el río la misma agua que desciende ahora por el Palau, y cuyo punto de destino va a ser el mismo: el paraje natural del Clot de la Mare de Deu, espacio natural protegido desde el 8 de febrero de 2002.